Tres caras del amor y la soledad

Esta noche, a las 20, el escenario del Teatro La Nonna, 3 y 47, volverá a recibir a “La mujer justa”, una adaptación para teatro realizada por Hugo Urquijo y Graciela Dufau de la novela de Sándor Márai.

La obra, protagonizada por la propia Dufau, Arturo Bonín, Victoria Onetto y Hugo Urquijo, cuanta la historia de un triángulo amoroso.

Una mujer encuentra una cinta violeta en la billetera de su marido y esa cinta le permite descubrir la oculta pasión de él por otra mujer que sirvió en casa de sus suegros.

Tres amores, tres voces, que inducen a pensar que “no existe una persona justa, única, particular, maravillosa e insustituible que nos hará felices.”

Este es el planteo inicial de “La mujer justa”.

Tres voces, tres sensibilidades diferentes para desentrañar una historia de amor, pasión, ocultamientos, y traición.

El tratamiento que el autor hace de temas como la amistad, los celos, la impotencia de los afectos no correspondidos, la soledad y el deseo son puntos muy altos en el texto que a su vez remiten a los grandes temas del hombre en todos los tiempos.

Sobre su personaje, María, Dufau aseguró: “Es una mujer que ama más al marido que al hijo y el hijo muere. No es que no sufra la muerte del niño, pero su mayor angustia es saber que ese hijo era lo que la ataba a él. Y que, al perderlo, perderá a su esposo. Y eso es lo que más me costó”.

Los otros dos personajes de este triángulo son Peter (Bonín), el esposo de María, quien es sorprendido en una relación amorosa con Judit, encarnada por Onetto.