“Las bibliotecas siguen siendo imprescindibles”

Por PAULA KRISCAUTZKY (*)

Una niña, una bruja y un dragón todos los días dan fe que Del otro lado del árbol los chicos eligen la literatura. Lejos de aquella premisa “los niños no leen en este mundo tecnológico”, en la biblio, como suelen llamarle afectuosamente las familias, hay muestras cotidianas del vínculo irremplazable que generan los libros. La Bella Durmiente despierta todos los días de su sueño encantado porque Lucía elige mil veces la misma historia. Simón revuelve canastos con historias coloridas y Joaquín irrumpe decidido para llevarse el último cuento de la colección de dinosaurios con etiqueta naranja y amarilla. Una mamá se cruza del hospital a pedido de su hijo que acorta su estadía con historietas macanudas. Cientos de niños con sus maestras buscan duendes y hadas en los huecos de los árboles hasta encontrar aquella casita que los recibirá con relatos de piratas, caballeros, monstruos o princesas. Ojos de asombro, murmullos chiquitos y suspiros que comprueban la fascinación de entrar en un mundo mágico, en el mundo de los cuentos. Ya son mas de seis mil los libros que esperan ansiosos todos los días para ser elegidos por los chicos. Libros de autores exquisitos, libros con ilustraciones protagónicas, con sonidos y texturas para los jóvenes lectores; libros que invitan a jugar. Libros y mas libros que hoy viajan en bolsas luminosas a los hogares para ser compartidos y convidados en familia. Una niña, una bruja y un dragón, te esperan Del otro lado del árbol para demostrar que en un mundo tecnológico las bibliotecas siguen siendo imprescindibles.

(*) Coordinadora de la biblioteca Del otro lado del árbol

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