Otros análisis del fin de semana

Joaquín Morales Solá
LA NACION

“La democracia es ella”, es el título de la columna de Morales Solá. Allí dice que “hay algo que Cristina Kirchner no puede entender: que un intendente la haya derrotado”. Massa, que siguió creciendo en las encuestas, “le ganaría ahora cómodamente una elección presidencial”. Cristina prefirió, en cambio, sacar la competencia electoral de la disidencia y llevarla al terreno de los “poderes fácticos”. La disputa es entre “ella” y las grandes corporaciones. “Ya le agregará otras. Esa es una pelea que merece la pena. Jamás aceptará ser corrida por un alcalde”. Es contradictorio, la “democratización” prometida por el cristinismo termina en un diálogo tendido con unas pocas corporaciones. Durante años gobernó con la lógica predemocrática de que los números siempre tienen razón. “Convertida en una líder minoritaria, la razón sigue siendo su aliada. La democracia es ella. O es una simple trampa de la aritmética si no es ella”.

Mario Wainfeld
PAGINA 12

Las primarias le demarcan al kirchnerismo varios caminos para recorrer, entre otros el de una reinvención necesaria, arranca Wainfeld. Advierte que “es altamente probable que una fracción alta de los ganadores en cada distrito revalide sus desempeños, casas más, casas menos. En especial los que marcaron distancias generosas. Pero los márgenes, la asignación exacta de escaños y el escenario global están por verse”. Califica de “absurda y taimada la sarta de profecías respecto del devenir” del gobierno de Cristina Kirchner, en especial de quienes anticipan una etapa de zozobra e ingobernabilidad. “El kirchnerismo no recobrará la mayoría absoluta en las urnas, pero está a un paso de mantener la mayoría simple en ambas Cámaras”. Las PASO mejoraron la posición relativa de la oposición, “pero no resuelven su insularidad”. En cuanto a Massa, es aventurado suponer que está a un paso de la Presidencia. “La interna peronista es menos sencilla de lo que suponen estrategas de escritorio, usualmente gorilas”.

Eduardo Van Der Kooy
CLARIN

“Según Cristina Fernández, en su nueva prosa pobre, los opositores son sólo suplentes o gerentes de los grupos económicos. Para La Cámpora, luego de las primarias, “la aristocracia brinda con champán”. Al senador K, Aníbal Fernández, los votos de la oposición “le importan un carajo”. Al diputado ultra K, Carlos Kunkel “Massita” (por Sergio Massa) le parece “un vocero de la oligarquía”, señala Van Der Kooy. Sostiene luego que “el Gobierno ha dado, por si hacía falta, otra incomparable demostración de capacidad de negación de la realidad”. Y no se trata sólo de una negación sino, también, de invención de imágenes: Cristina bailando en Tecnópolis, Boudou cantando como si su horizonte “estuviera sembrado de flores y esperanzas”. El columnista analiza luego el saldo que dejaron las PASO. Cristina, dice, imaginó un futuro que ya no existe. “El escenario político ha comenzado a dar un vuelco. De las correcciones de su mala gestión y de su infortunado estilo, que parecen haber colmado la paciencia social, depende la normalidad de la transición”.

Jorge Fernández Díaz
LA NACION

“Tiros, zapallitos y pan rallado”. Esas fueron las palabras, dice Fernández Díaz, con las que tropezó el lunes pasado “cuando un taxista, un vecino y un empleado bancario me preguntaron cuáles eran las razones de la tremenda derrota electoral que sufrió Cristina Kirchner”. El zapallito le había costado 40 pesos el kilo al bancario. Un cuarto de pan rallado a diez pesos, había pagado el taxista. Y un vecino le contó que su familia política había sido baleada en una entradera. “Abajo hay mishiadura porque aumenta el desempleo y la precarización, caen las ventas y se consolida la marginalidad”, dice, para añadir que si alguna vez hubo fiesta, “la fiesta terminó”. En materia económica hay un “viento huracanado de frente con acompañamiento de una gestión estrafalaria”. La Presidenta debiera cambiar. “El pueblo se aleja de ella a gran velocidad; los zapallitos y el pan rallado le ganan a la ideología”.

Sergio Crivelli
LA PRENSA

“PASO: un mal resultado seguido por una respuesta todavía peor”, es el título del análisis del columnista. “La Presidenta sufrió una derrota que la dejó fuera de carrera para 2015. Reaccionó descalificando al vencedor, y así, se arriesga a un mayor castigo en octubre”. Y agrega: “Una de las muletillas del Gobierno ha sido la profundización del modelo, pero a esta altura ya no hay dudas de que lo único que en realidad profundiza son los errores. Luego dice que “uno de los más alarmados” es Daniel Scioli, que seguirá al lado del candidato kirchnerista Martín Insaurralde hasta el 27 de octubre. Pero “avisó que después intentará su propio camino, para lo que quiere internas abiertas dentro de dos años”.