Germán Domínguez Lioy

GERMÁN DOMÍNGUEZ LIOY

Un profundo dolor provocó el fallecimiento, a los 89 años, de Germán Domínguez Lioy. Había nacido en Córdoba y creció entre las provincias de Mendoza y Santa Fe, pero siendo muy joven vino a La Plata y se quedó para siempre. Especialista en sistemas informáticos y licenciado en Administración cumplió una sólida trayectoria laboral en diversas compañías y organismos del país, como así también en distintos ámbitos de esta ciudad, donde además construyó una familia y cosechó el afecto de numerosos amigos.

Hijo mayor de María Miguela Lioy, mendocina, y Aurelio Félix de la Santísima Trinidad Domínguez, inmigrante español, nació el 7 de mayo de 1924 en la capital cordobesa. Tuvo tres hermanos: Antonio, Aurelio y Olga.

Siendo muy pequeño se mudó junto a los suyos a un campo de Chapanay, Mendoza, donde sus abuelos tenían viñedos y bodega. Cursó la escuela primaria en esa provincia y la secundaria con los hermanos Maristas de Rosario. Al concluir el bachillerato regresó a Mendoza y, dueño de un espíritu emprendedor y creativo, reactivó, en una tarea que le demandó tres años, la producción vitivinícola iniciada por sus mayores.

A los 20 años se trasladó a la capital federal y luego de rendir un exigente examen ingresó a IBM. En esa empresa desarrolló una ascendente carrera.

Por la experiencia ganada en informática, a los 27 años fue convocado para organizar el Centro de Cómputos del ministerio de Salud de la Provincia, con sede en La Plata. No sólo la puso en marcha sino que le imprimió a la dependencia estatal, con sus innovadoras ideas, un enorme impulso. Llegó a ser director de la repartición.

La permanente búsqueda del progreso personal y la avidez por el conocimiento lo llevaron a completar sus estudios en la Universidad y aunque ya estaba muy afincado en su labor se inscribió en la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP. Se recibió tras un gran esfuerzo de licenciado en Administración.

A partir de entonces participó en la creación de distintos centros de cómputos: el de Deba (donde fue, además, asesor); la fábrica Bagley; el frigorífico Swift; las empresas Citimar, Palmer, Bruce Payne; la UNLP; y el Banco Crédito Provincial.

Fue asesor del Colegio de Escribanos de la Provincia y dictó cursos en la Universidad Católica de La Plata - UCALP - y en la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires - UBA - sobre sistemas computarizados en el área de la salud.

Fue un gran lector y estudioso y, por los alcances de sus conocimientos, hombre de consulta.

Fue socio fundador del Club de Leones de Los Hornos.

Estaba casado con Gladys Russo, su inseparable compañera; tuvo dos hijos: Claudia (docente) y Sergio (analista de sistemas); seis nietos y tres bisnietos.

Afectuoso y generoso, era frecuente que convocara a encuentros a familiares y amigos, y como un excelente anfitrión solía agasajarlos con exquisitas paellas.

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