Descubren cómo algunos seres pueden regenerar sus miembros

A partir de la forma en que los axolotes regeneran su cola y sus patas amputadas, los científicos buscan entender por qué el hombre no tiene esa capacidad

EL AXOLOTE, PROTAGONISTA DE UN HALLAZGO QUE BUSCA ABRIR CAMINOS HACIA UNA NUEVA MEDICINA REGENERATIVA

Cuando se produce la amputación de una parte del cuerpo, las células ubicadas en ese sector tienen dos opciones: cicatrizar o regenerar. Si bien en la mayoría de los seres vivos predomina el primero de estos mecanismos, algunas especies tienen la capacidad de reconstituir el tejido perdido. Tal es el caso del axolote, un curioso anfibio con cola que habita las aguas de México, cuyo mecanismo de regeneración logró ser descifrado en el marco de un proyecto internacional del que participan investigadores de nuestra ciudad.

El hallazgo, publicado por la revista Science, revela el proceso que permite a estos animales regenerar su cola y sus patas cuando les son amputadas, un proceso que se asemejaría al momento inicial del desarrollo embrionario. Y es que si bien al principio las células que se forman sobre la herida no están diferenciadas; en una segunda etapa adoptarían distintos tipos según la función que van a cumplir: sangre, músculos, nervios, etc.

“El axolote puede regenerar sus patas y su cola sin importar a qué altura se haya producido la amputación”, explica Osvaldo Chara, investigador del CONICET en el Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos y líder del grupo encargado de analizar los resultados de experimentos llevados a cabo por equipos científicos de Alemania, Suiza, España y Estados Unidos.

Cada uno de estos equipos extranjeros que participan del proyecto se dedica a investigar la capacidad regenerativa en alguna determinada especie que la posee, como es el caso de la mosca de la fruta y la hydra, un animal milimétrico de aguas dulces capaz de recuperar la parte de su cuerpo considerada su cabeza.

En el caso de los axolotes, “lo interesante es que, cuando la pata está sana, todas las células que la forman se diferencian en piel, hueso, etc, pero en el momento en que se produce el corte, se transforman. Luego se van ordenando de acuerdo de un modo tal que parecieran ‘saber’ que tienen que desarrollarse como una pata hasta formar el equivalente a la muñeca en los humanos, después los dedos, y finalmente terminar”.

¿POR QUE LOS HUMANOS NO?

“Comparados con nosotros, los organismos capaces de regenerarse se ubican un poco más atrás en la historia evolutiva, pero a la vez están lejos entre sí filogenéticamente. Mientras que la hydra es bastante primitiva, el axolote ya tiene un sistema nervioso. La capacidad de regenerarse se da en especies salteadas de acuerdo con algún patrón que aún no se ha podido identificar”, explica el investigador del CONICET.

“Por el momento -dice- hemos logrado elaborar modelos matemáticos que reproducen los resultados experimentales del proceso que sigue cada especie. El próximo paso es compararlos y detectar diferencias y similitudes que permitan entender qué tienen en común. Nos preguntamos cómo es que estos animales recuperan sus miembros amputados para comenzar a echar luz sobre un interrogante mayor: ¿por qué los humanos no podemos hacerlo también?”.

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