Entradera salvaje en una casa de barrio Norte

EN 9 Y 35, TRES LADRONES REDUJERON A UN HOMBRE Y LE PEGARON EN LA CABEZA, ANTES DE METERSE EN LA CASA Y DESVALIJARLA

Tan sólo un minuto fue suficiente. Un hombre que volvía de trabajar acompañado por su esposa y su hijo de dos años fue víctima de una entradera en barrio Norte. Todo pasó en la cuadra de 9 entre 32 y 33, el lunes hacia las 22.15, informaron fuentes policiales.

La víctima, identificada por la Policía como Ariel Moyano (35), había alcanzado a guardar su auto en la cochera de la casa. Pero no alcanzó a cerrar el portón porque se le aparecieron de golpe tres ladrones jóvenes que le apuntaron con al menos una pistola. Nadie alcanzó a ver en qué llegaron.

Aunque el hombre no se habría resistido, lo primero que hicieron los delincuentes fue pegarle un culatazo en la cabeza.

Con toda la familia atemorizada, los ladrones revisaron la casa durante un lapso que no fue aclarado. Según fuentes policiales fue menos de media hora, pero un vecino contó que el robo se extendió por alrededor de dos horas.

“Le pedían constantemente más plata, se ve que no les alcanzaba lo poco que les dieron”, señaló un vocero oficial.

No hubo precisiones sobre la cantidad de plata que al final le quitaron a la familia. “Seguramente fue poca, porque es gente que está alquilando la casa y vive al día”, especuló otra vecina.

Los dejaron sin nada. Tanto fue así que un amigo del hombre se acercó a la casa ayer a la tarde para ver cómo estaba y ofrecerle prestado algo de dinero.

Más allá de las pérdidas materiales, que incluyeron también una notebook, la familia quedó atrapada en un marco de tensión muy grande.

A todos los condujeron bajo amenazas a una habitación, en donde los dejaron encerrados. Al parecer, no hubo más golpes. Una vez que las víctimas supieron que los ladrones ya no estaban más, pudieron pedir auxilio al 911. Un patrullero de la comisaría 2ª llegó a los pocos minutos.

fuga en la camioneta

Para cuando el primer grupo de policías empezó a buscar a los ladrones, no había ningún rastro de ellos en el barrio. Es que minutos atrás se habían escapado en la camioneta del hombre, la misma en la que había llegado la familia antes del robo, de acuerdo a lo relatado por voceros oficiales.

Un rato más tarde de que el asalto terminara, el vehículo apareció abandonado en 2 y 514 de Ringuelet, al parecer sin mayores daños. No obstante, poder recuperarlo fue para los agentes una tarea complicada: “Es un barrio en el que ni la Policía entra”, se lamentó el amigo de la víctima que dialogó con este medio.

Para registrar el recorrido de la camioneta con los ladrones dentro, y así poder identificarlos -debido a que actuaron a cara descubierta- se están estudiando diferentes grabaciones de las cámaras de Monitoreo Público. De acuerdo a lo dicho por los investigadores, no habría dudas de que los ladrones viven en el sector de Ringuelet donde “descartaron” el vehículo.

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