Afronta un clásico con la obligación de mejorar

No hay tiempo para lamentos en el Pincha. Después de dos cachetazos inesperados, la eliminación a manos de Huracán en la Copa Argentina y la goleada propinada por Racing en el torneo doméstico, Estudiantes buscará tomarse revancha esta noche, desde las 19,15, cuando reciba la visita de Peñarol de Montevideo, por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana.

El equipo de Mauricio Pellegrino llega a este cotejo internacional, inesperadamente, cargado de presiones tras los tropiezos de los últimos días, ya que, de pronto, de estar con expectativas positivas en tres competiciones, pasó tener vida sólo en una en lo que resta del semestre.

Un Estudiantes-Peñarol siempre tiene un significado especial en el concierto del fútbol sudamericano, por las épicas batallas futbolísticas protagonizadas por ambos clubes en inolvidables partidos coperos, tanto por la Libertadores como por la Supercopa, es un enfrentamiento que se ha convertido en un verdadero clásico del fútbol sudamericano.

Por esa razón y la historia que ambos ostentan (el Pincha con cuatro Libertadores y el “Manya” con cinco) el de esta noche no será un partido más, habrá muchas cosas en juego.

RECUPERAR LA MEMORIA

En los estrictamente futbolístico Estudiantes tiene la obligación de recuperar la memoria y volver por sus fueros. El equipo lució desconocido en el primer tiempo ante Huracán (le terminó costando la eliminación) y el último sábado ante Racing.

El fútbol siempre da revancha. Y el Pincha tiene la chance de hacerlo esta misma noche. Enfrente estará el duro Peñarol, que más allá de su historia es un adversario ganable en condición de local.

Eso sí, para ello tendrá que jugar con la determinación que todo partido copero impone. Sin medias tintas, con la obligación de encaminar la clasificación a los cuartos de final en casa, para poder luego salir con las mejores posibilidades en la revancha en el Centenario. Es un clásico y el Pincha buscará redimirse.