¿Qué pasa con los pavimentos en las calles de la Ciudad?

Pozos, baches y fisuras, son algunos de los problemas que se observan en las calles de la Región y despiertan el cuestionamiento de los automovilistas con relación a los materiales que se utilizan en las obras de pavimentación y los factores que pueden incidir para que no sean tan durables como antes.

El ingeniero Gerardo Botazo, director del Centro de Investigaciones Viales de la Universidad Tecnológica Regional La Plata y especialista en el tema, señaló que no siempre la calidad de los materiales que se utiliza es mala y que en ocasiones influyen más en la poca durabilidad de los pavimentos otros factores, como el tipo de desagües que no escurren bien. “Por ejemplo, si una industria arroja agua a la calle el deterioro que se produce se acelera”, apuntó.

Dentro de los inconvenientes que se producen en las cintas asfálticas no es menor el que se deriva del accionar de distintas empresas de servicios que hacen obras o arreglos por los que necesitan hacer zanjas en el pavimento y luego no lo dejan en condiciones. En todos los casos las reparaciones deberían hacerse con mezcla asfáltica u hormigón.

TECNICAS, MATERIALES, COSTOS

En cuanto a los pavimentos que se hacen en los barrios periféricos, el especialista señaló que sería importante que se hiciera un tratamiento diferente al que se le está dando.

“No es lo mismo hacer una pequeña carpeta asfáltica con zanjas que un pavimento que se proyecta con una obra hidráulica subterránea que siempre hace que la transitabilidad dure más, pero eso es más caro y además no tiene impacto visual porque es algo que va enterrado”, dijo el ingeniero.

También se evaluó que no siempre se tiene en cuenta los niveles adecuados para hacer el pavimento, ya que en algunos casos debe estar más alto y en otras por debajo del nivel en el que se encontraba la calle, todo según las condiciones de los desagües.

Para preservar en buenas condiciones los pavimentos también habría que ejercer el control de cargas vehiculares en toda la Región, como se hace en el Camino Centenario o en el Camino Belgrano. “Un micro o un camión de reparto puede tener mas de 4 toneladas por eje y el paso de un solo eje puede causar más deterioro en la cinta asfáltica que 5 mil pasadas de un vehículo liviano; por eso en zonas donde no se restringe el paso de vehículos pesados la durabilidad del pavimento es mucho más corta”, señaló el ingeniero, que también evaluó el incremento del parque automotor como otro factor que Vialidad debería tiene que tener en cuenta a la hora de proyectar las obras de pavimentación.

Que surjan problemas en las calles también depende de las condiciones climáticas. De acuerdo a diferentes estudios se comprobó que cuando hace mucho frío el pavimento se vuelve más rígido y proclive a las fisuras y cuando hace calor, se deforma y se pueden formar baches.

“El agua y la temperatura son dos cargas más para tener en cuenta en el método de cálculo del pavimento porque afectan directamente su durabilidad”, apuntó Botazo.

En relación a los materiales más adecuados para tener accesos que sean más transitables se indicó que los asfaltos modificados con polímeros - mezcla porosa que produce un 30 por ciento de vacío en el material - hace que por ejemplo el agua se acumule menos en superficie y su durabilidad sea más prolongada.

“Ese tipo de materiales debería usarse al menos en las avenidas, es un 15 por ciento más cara, pero dura 4 veces más con polímeros; en La Plata se utilizó hace muchos años en las diagonales 80 y 74 y recientemente en 508 de 19 al Centenario”, dijo el especialista.

Si bien esa tecnología se fabrica en el país, el director del Centro de Investigaciones Viales consignó que hay una forma de preparar la mezcla asfáltica con caucho reciclado. “Se trata de triturar neumáticos fuera de uso, de esa manera se consigue un polímero económico, se descarta un agente contaminante como es el caucho y hasta un factor de reproducción del dengue porque en las gomas se acumula agua y se multiplica ese mosquito; una manera de reciclarlo, pero a su vez encontrarle una función para que aumente la durabilidad de los pavimentos”, aseguró.

El investigador señaló que en algún momento se trató de impulsar una ordenanza que obligara a utilizar el caucho reciclado porque además es algo que no aumenta el costo de los materiales de construcción, pero a su vez un método de desechar un pasivo ambiental - un agente que provoca contaminación -. “Para graficarlo de alguna manera es como si el asfalto tuviera en su interior un chicle que hace que la mezcla se pegue mejor a la piedra con la que se hace la base”, agregó el científico.

IMPERMEABILIZACION DEL SUELO

Después de la inundación del 2 de abril de 2013 se habló mucho de las consecuencias de la impermeabilización del suelo y su impacto como factor de acumulación del agua y se constató que tuvo incidencia el avance poblacional sobre la cuenca alta del arroyo El Gato, ya que tanto los pavimentos, como los invernaderos y las viviendas hicieron que disminuyera la absorción del suelo.

“El pavimento general mayor impermeabilización, pero además la red vial debería tener en cuenta los sumideros, las zanjas y todo lo que sirve para colectar el agua en una red de drenaje subterráneo”, apuntó el ingeniero en su análisis de cómo contrarrestar factores que favorecieron la inundación.

De acuerdo a diferentes estudios realizados por la UTN la modificación de las veredas puede servir para facilitar la circulación del agua pluvial.

En ese sentido se propone ampliar los sectores de canteros, crear sendas de un metro y medio entre la calle y la línea de edificación o colocar grillas de hormigón que permiten caminar sobre ellas, pero a su vez que el agua se cuele.

No obstante se aclaró que para tener veredas más “absorbentes” debería cambiarse la reglamentación municipal.

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