Brasil y Uruguay, en la recta final para las presidenciales

Los candidatos a la Presidencia de Brasil, la mandataria Dilma Rousseff y el opositor socialdemócrata Aécio Neves, polemizaron este fin de semana, a siete días del ballotage, acerca del caso de corrupción descubierto en la empresa estatal Petrobrás y del tono de la campaña. Rousseff, que ganó la primera vuelta y aspira a ser reelecta el domingo próximo, admitió el sábado por primera vez que hubo “desvío de dinero” en Petrobrás y prometió adoptar “todas las medidas para resarcir todo y a todos”.

Neves replicó ayer que el reconocimiento de Rousseff -que estaba al frente del Consejo de Administración de la petrolera en el momento en que ocurrieron los hechos denunciados- representa “una evolución” que, no obstante, “llegó un poco tarde”. “Cuando hubo un pedido para la creación de una comisión parlamentaria de investigación de Petrobrás, el PT (Partido de los Trabajadores, gobernante) dijo que todo era un invento”, sostuvo el candidato opositor en una rueda de prensa que dio en Río de Janeiro. Por otra parte, Neves lanzó “un convite” a su “adversaria” para “debatir propuestas” y “hablar del futuro de Brasil” en estos últimos días de campaña.

En Uruguay, en tanto, los “pesos pesados” de los partidos políticos salieron a las calles del país para pelear voto a voto en la campaña electoral a una semana de la primera vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas. El ex presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), candidato de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA), es favorito en todas las encuestas, pero no le alcanzaría para ganar en primera vuelta y se mediría en ballotage el 30 de noviembre con el diputado y candidato Luis Alberto Lacalle Pou, del Partido Nacional.

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