Bienvenidos al show (otra vez)
| 24 de Octubre de 2014 | 00:00
El grupo Cuentos Borgeanos sigue defendiendo en vivo su último disco, “Postales”, en el que reivindica la disciplina más dura para grabar, ya que señalaron que los músicos somos “mentirosos y perezosos”.
El grupo se formó casi en paralelo a la actividad de Abril Sosa en Catupecu Machu con Diego López en guitarra; Lucas Hernández en batería, y Agustín Rocino en bajo.
Con Abril intentando darle un toque literario a los discos, editaron “Fantasmas de lo Nuevo”, “Misantropia”, “Felicidades”, “Psicomágico” hasta que la banda se tomó un tiempo y Sosa viajó a Estados Unidos.
En ese lapso, Catupecu Machu convocó como baterista a Agustín Rocino, que se encontraba trabajando en un disco stoner junto a Diego López y Lucas Hernández.
Sosa regresó de Estados Unidos y reunió a la banda tras un disco solista e ingresaron Alejandro Crimi en bajo y Mariano Arbergoli en guitarra.
En ese marco y tras algunos shows, entraron al estudio junto al baterista de BajoFondo Adrián Sosa y el ingeniero de sonido Anibal Kerpel.
En diálogo con la prensa, Sosa, López y Hernández charlaron sobre su presente y las expectativas a futuro.
-¿Cómo es este disco de reencuentro?
Abril Sosa:- El disco es como una película de Quentin Tarantino, que filma las escenas, las tira al piso y arma un rompecabezas; es algo que se da en la música que luego de editarse y llega al público tiene una vuelta más, las canciones que valen a las que supieron llegar, es lo que llega, se digiere y gusta, terminamos de tener el disco en cuatro meses, ahí vamos a saber que disco hicimos.
-¿Les pasó eso antes?
Abril:-Sí, me pasó con nuestro disco anterior, “Psicomágicos”, que es lo ultimo que hicimos, después nos separamos, me fui a Nueva York, lo escuché y ahí lo entendí mucho más que cuando lo estamos armando.
-¿Y cómo fue cuando se reunieron?
Diego López Santana:- Cuando nos juntamos a ensayar dijimos ‘ok hagamos un EP ‘(sigla inglesa de extended play, un registro con pocas canciones) y nos juntamos y reapareció Cuentos Borgeanos. Lo encontramos tras tres años de estar perdido y al tocar y seguir tocando apareció el disco “Postales”.
-¿Había presión para editar el disco y la reunión?
-El contexto externo no nos modificaba lo interno, cuando estás comprometido es otra cosa, podés hacer un proyecto desde Agapornis o Miley Cirus pero no hay un compromiso moral o espiritual. A nosotros nos empezó a ir bien, a girar, ganar guita y estábamos algo asfixiados y el modelo fue respiremos, no seamos asfixiantes con nosotros.
Lucas Hernández:-Hay belleza en ese compromiso, sino te quedás mirando la tele o jugando con el celular, cuando en realidad hay que salir a hacer otra cosa.
-Eligieron como productor a Adrián Sosa y a Aníbal Kerpel como ingeniero de sonido, que son parte de la escudería de Gustavo Santaolalla y que tienen métodos muy duros para trabajar. ¿Por qué?
-Santaolalla para mí es algo superior, hay una cosa importante en todo su trabajo. Aníbal, que trabaja con él, mezcló este disco. Y es buena esa forma de trabajar porque los músicos somos mentirosos y perezosos pero estos tipos te sacuden, te dan vuelta, te dejan en bolas y te siguen sacudiendo, ese método a nosotros nos sirve. Balzac se levantaba a las 5 de la mañana para empezar a escribir y hacia eso, escribía y listo. Bueno nosotros necesitamos algo así.
-Ahora con el regreso, ¿cómo ven la escena local?
Abril:-Hay mil bandas que son malísimas y andan encerrados pensando que son Zaratustra y son unos piojos. Por otra parte, la escena under e indie esta muy viva y es muy buena, y los músicos estamos más organizados para llegar al publico y al disco. En este país las cosas a veces están muy lejos, cuestan mucho y esa resistencia, esa tenacidad de todos por insistir, hace que esta profesión, en el fondo, esté muy buena.
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