Mauro, el niño que aspiró purpurina, a la espera de un milagro

Si bien hasta la jornada de ayer Mauro presentaba un panorama muy desalentador, en las últimas horas el niño de siete años que aspiro purpurina jugando pasó de un "cuadro irreversible" y de panorama desolador a una luz de esperanza. El jefe del servicio de terapia intensiva del Centro Provincial de Salud Infantil (Cepsi) Eva Perón, Leandro Gamba, explicó hoy que durante la noche se mantuvo estable y que si continúa evolucionando es muy probable que bajen las dosis de medicamentos que ahora le suministran vía endovenosa.

"Mauro sigue siendo un paciente crítico, pero los indicadores mejoran. Ayer ya anunciamos que el tratamiento aplicado logró oxigenar la sangre y frenar el deterioro producido por la hipoxemia", sostuvo Gamba. Además Gamba dejó en claro que se trató de una "aspiración" de purpurina por la boca de manera accidental cuando el niño "tomó aire para soplar el silbato".

El doctor que tiene a cargo su tratamiento señaló que cuando Mauro hizo esta travesura ingresó a sus pulmones a través de la inhalación una gran cantidad de metales pesado entre los que se encuentran plomo, hierro, cobre, zinc. Explicó que al nene se le están practicando un lavado broncoalveolar . Según contó el método consiste en introducir solución fisiológica por un tubo endotraquial y luego aspirar este mismo liquido.

De lo que no quiso hablar el especialista fue de las secuelas. Sobre este punto precisó que no se puede especificar qué será lo que ocurrirá más adelante ya que para ello se necesita conocer con profundidad como funcionaran los órganos de manera conjunta.

Por último, el jefe de terapia intensiva pidió cuidado e hizo una advertencia sobre la purpurina. "Son restos de metales pesados. Mauro aspiro metales como ", detalló. "Para que lo entiendan: la purpurina es igual a la pintura de los autos, por eso los chapistas cuando pintan usan barbijo y así evitan que ingresen restos por las vías respiratorias, concluyó