El desgaste del primer acto le quitó aire para el segundo

Tras la brillante etapa inicial, el Pincha perdió energías y River se llevó un premio exagerado

TODOS LOS ABRAZOS PARA DIEGO VERA, AUTOR DEL GOL DEL PINCHA ANTE RIVER, EN EL FINAL DEL PRIMER TIEMPO

ANALISIS
Por NICOLAS NARDINI

El notable esfuerzo realizado por Estudiantes en el primer tiempo había puesto fastidioso a todo River. La presión, por momentos alta (a la altura de los centrales del Millo) y en otras ocasiones en el centro del campo para luego salir con flechazos por ambos costados, habían descolocado a las visita.

A esa estrategia general, el Pincha le sumó individualidades con una gran consciencia de lo que se estaban jugando. Cada jugador dio un plus, agregó una cuota extra de esfuerzo y, hasta el descanso, cada pelota dividida fue patrimonio estudiantil. No fue casualidad la factura del gol de Vera: la presión del oriental sobre la salida millonaria fue un eslabón aceitado de un planteo pensado hasta el más mínimo detalle.

El quiebre entre aquella primera etapa de entrega conmovedora de los dueños de casa y el repunte de River fue el paso del tiempo. Los minutos cargaron a Estudiantes de cansancio y las reacciones físicas ya no fueron las mismas en el complemento. River lo dio vuelta porque cuenta con individualidades de gran nivel a las que una mínima tregua les es suficiente para revertir un mal momento. Fue un tiempo para cada uno. Lo más justo hubiera sido un empate. Por el trámite y las ocasiones de uno y otro pero, sobre todo, porque semejante esfuerzo merecía algo de premio.

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