Tras una falla eléctrica, tres departamentos incendiados

“Cuando volvió el servicio eléctrico, la instalación en distintos departamentos colapsó”, explicó de manera resumida un electricista, acerca de los motivos que habrían generado tres incendios por separado. En la mayoría de los casos no hubo daños graves en las viviendas, pero lo repentino de la situación fue suficiente como para que el pánico empezara a circular.

Después del apagón, en 44 entre 23 y 24 volvió la energía alrededor de las 9 de la mañana de ayer. “Hubo una falla en la conexión que alimenta al edificio desde el tendido de la calle”, señaló un operario, que después lanzó una especulación: “Deben haber pasado 380 voltios al cableado interno”. De ser cierta esa hipótesis, se puede comprender mejor cómo las térmicas de tres departamentos, repartidos entre el segundo y el cuarto piso, empezaron a incendiarse ante la sobrecarga.

El caso que suscitó más dramatismo fue el primero. En una de esas viviendas, donde justo no había nadie, la falla eléctrica afectó a “una computadora que entró en cortocircuito”, apuntó uno de los electricistas que hablaron con este diario.

El humo empezó a invadir el departamento, y algunos vecinos lo detectaron al cabo de algunos minutos. Tras los alertas al 911, el primer grupo de policías en llegar pudo cerciorarse de que era verdad la denuncia.

Aunque se convocó a una dotación de Bomberos, los agentes se anticiparon a que el fuego se propagara: ellos mismos lo extinguieron con un matafuegos. De cómo quedó ese departamento hay pocos datos. Sólo se conoce el testimonio de una vecina que afirmó haber visto “muy alicaído” cuando se enteró de todo.

Un rato más tarde, la escena se reiteró en otros dos departamentos, aunque en esas oportunidades fue advertido aún más rápido. Otra vez, los policías se anticiparon al trabajo de los bomberos y apagaron el fuego ellos mismos.

Las térmicas de esas viviendas quedaron chamuscadas, al igual que los cables que las alimentan de electricidad. Ayer a la tarde un grupo de operarios trataba de restablecer la energía de manera segura, después de haberse dedicado a reparar la falla que se detectó.

Con dos visitas en vano de los bomberos y algunos sectores evacuados del edificio, la angustia se apoderó de esa cuadra de La Loma hasta que, según parecía, el golpe eléctrico había terminado.