Perdió el fútbol pero los dos quedaron conformes

Por Eduardo Tucci

El primer capítulo que propusieron Boca y River para definir la llave semifinal de la Sudamericana fue para el olvido. Indudablemente el que perdió fue el fútbol y ahora todas las expectativas apuntan a conocer quien quedó mejor parado de cara a la revancha del jueves que viene cuando sólo uno de los dos quedará habilitado a disputar la gran final.

Fueron noventa minutos a puro choque en el que los dos apostaron a las fricciones olvidándose del juego y, como es lógico, del arco rival. Los números cantan a las claras que reinó la violencia: hubo 38 faltas, la mayoría muy fuertes, (27 de los millonarios y 11 del rival de siempre). Ya a los cuatro minutos de juego Leonel Vangioni levantó por los aires a Juan Manuel Martínez y lo dejó fuera de combate para el resto del partido.

Ahora, con la mira puesta en la revancha, los del Vasco Arruabarrena confían en marcar como visitantes (los goles tienen más valor) mientras que los integrantes del plantel millonario se fueron conformes pensando que el empate de visitante es bueno y un triunfo en Núñez les permitirá saltar a la ronda final.

Los dos se cuidaron mucho tratando de no dejar el mínimo hueco para que se filtrara el otro y pudiera generar acciones de riesgo. En definitiva ello provocó que los espacios se redujeran y se apelara a la fuerza bruta más que al juego asociado. Así el cero resultó irreversible y habló a las claras de lo producido por uno y otro.

Seguramente toda la expectativa acumulada en torno al partido durante una previa cargada de tensiones ayudó a que abundara más la presión que la claridad. Boca arrancó con mayores pretensiones ofensivas, aunque sin la claridad como para generar alternativas de riesgo en la zona de Barovero. Después River se fue acomodando para emparejar las acciones.

En el complemento las cosas siguieron más o menos igual acentuándose la falta de autoridad del árbitro Trucco que llenó el partido de tarjetas amarillas pero en algunos momentos perdió el control de la situación.

¿A quién le cayó mejor el empate en cero? Cada uno sacó conclusiones favorables. Los de Boca pusieron énfasis en que no mes marcaron goles y si convierten en el Monumental como visitantes tendrán ventaja. Del otro lado consideraron a la igualdad como un resultado tranquilizador ya que confían en el triunfo a la hora de la super-revancha.

La sensación es que los dos deberán mejorar mucho porque anoche quedaron en deuda

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