La falta de gol es un estigma que preocupa

Las alternativas que se han manejado no arrimaron soluciones

GIMNASIA ESTÁ PADECIENDO PARTIDO TRAS PARTIDO LA FALTA DE GOLES. UN TEMA QUE PREOCUPA

Será cuestión de seguir en la búsqueda para encontrarle la vuelta a esta carencia de gol que a Gimnasia se le ha convertido ya en crónica.

Y como consecuencia directa de ello es que el equipo no ha podido subir en la tabla y se encuentra navegando en una intrascendencia que, claro está, preocupa a todos, en especial a su técnico que no consigue dar en la tecla para poder soslayar esta dificultad.

Pero no todo pasa, como quedó expuesto hace pocas horas atrás en la cancha de Lanús, por falta de puntería, sino que lo que está pesando más en esta cuestión es la carencia de juego e inventiva como para que se generen esas posibilidades.

Se puede buscar entonces que el problema está focalizado en el mediocampo, donde los generadores no aciertan por cuestiones individuales como colectivas, y es por eso que Vegetti pueda disponer de un mano a mano con el arquero rival es toda una utopía.

Se espera más en Gimnasia de Alvaro Fernández, de Jorge Rojas y de Javier Mendoza, incluso de Maximiliano Meza que, en su regreso al equipo tras la lesión, se ha desempeñado en los puestos de ataque.

El Lobo anotó 11 goles en 17 partidos (promedio, 0,65 por encuentro), y en los últimos siete encuentros apenas si anotó dos y, por rara paradoja, los autores fueron los laterales Lucas Licht y Facundo Oreja.

El goleador es Pablo Vegetti, que asomó como tal en los primeros partidos, ya que después casi que desapareció del área local para movilizarse por otros sectores del ataque, un poco para hacerse de la pelota que por largos pasajes no le llegaba y, cuando le llegaba no era limpia, y luego, los otros siete goles los anotaron los ya nombrados Licht y Oreja, además de Osvaldo Barsottini, Alvaro Fernández, Javier Mendoza, Ignacio Fernández y el paraguayo Rojas.

Casi diariamente en Estancia Chica, jugadores y cuerpo técnico ponen en marcha una carrera para dejar atrás las carencias ofensivas que cargan de tensión sus ambiciones que, en el arranque de la competencia y como pintaban las cosas, eran más generosas que las actuales. Por lo que se vio anteanoche en Lanús, en esa búsqueda por reencontrase con el gol, a Gimnasia le espera un trabajo arduo, aunque variantes no le sobran si se tiene en cuenta que en su plantel tiene casi contados los hombres de ataque. Así las cosas, a dos fechas del cierre del torneo de Primera División, la falta de juego ha repercutido directamente con la generación de situaciones de gol y, sin gol, sumar es poco menos que imposible.

Se sabe, un equipo es como una orquesta, cuando todos saben lo que tienen que hacer, pos upuesto que va a sonar mejor. Y este Gimnasia está desafinando, no encuentra la forma ni la manera y, de esta forma, se va despidiendo del año con más dudas que certezas, esperando que luego aparezcan los recursos para sumar los refuerzos que puedan paliar este déficit que se ha transformando en un estigma que preocupa a todo Gimnasia.

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