Se agravó el estado de la mujer que fue violada junto a su hija

Los médicos no temen exagerar cuando dicen que la mujer de 56 años que permanece internada desde el domingo -con fractura de cráneo y las lesiones de un ataque sexual aberrante- atraviesa por horas críticas. Su estado es desesperante, pero no porque se haya agravado, sino porque ya era grave desde el principio y no evolucionó con el paso de las horas, explicaron fuentes oficiales. Distinta es la situación de su hija de 23 años, a la que le bajaron la sedación y evidencia leves mejorías. De cualquier modo, todavía está lejos de poder dar su testimonio. Ambas permanecen internadas en el hospital de Melchor Romero.

Mientras tanto, sigue la búsqueda del principal sospechoso, un sujeto de unos 25 años apodado “Poloko”, quien el domingo a la madrugada habría ingresado en la casilla en la que descansaban las víctimas, en 226 entre 46 y 47, para golpearlas y violarlas a las dos, incluso con diversos objetos.

Como ya se ha venido informando, la madre fue la que se llevó la peor parte, ya que sufrió una fractura de cráneo (probablemente a causa de una patada) y se mantiene inconsciente desde entonces.

Los investigadores aseguran que la intención del depravado fue matarlas, convencidos como están de que las mujeres podrían reconocerlo.

Es que por distintos testimonios pudieron identificar al presunto agresor, quien vive en la zona y delinquiría con otro vecino que “conocía a la más joven de las víctimas”.

El sospechoso es un jornalero de los llamados “golondrina”, que trabaja en distintas quintas de esa zona y sería originario de una provincia del norte.

Varios vecinos dicen haberlo visto después del hecho merodeando por la zona, “con algunas heridas visibles” que los investigadores están muy interesados en analizar, ya que se las podrían haber abierto las víctimas, en su desesperado intento por defenderse.

El martes la policía desplegó un impresionante operativo para capturarlo, con el dato de que había ido a un negocio cercano al lugar del hecho. Sabiéndose en la mira, el joven logró escapar.

Como se ha venido informando, el agresor llegó a la vivienda de las víctimas a las 4 de la mañana del domingo, preguntando por el hermano de la chica.

Como no le permitieron entrar irrumpió por la fuerza, después de romper una ventana lateral. Lastimó a las mujeres durante al menos 40 minutos.

Se fue, seguramente creyéndolas muertas. La joven estuvo dos horas inmóvil hasta que pudo incorporarse y pedir ayuda a un vecino.