Ningún obstáculo frenó su camino a la gloria

INFORME
Por NICOLAS NARDINI

Racing se abrazó a la gloria luego de 13 años de espera. Con la vuelta de Diego Milito, símbolo y genio de este nuevo elenco albiceleste campeón, la Academia superó todo tipo de escollos -externos e internos- para desatar el júbilo de su populosa hinchada en la noche de Avellaneda.

Desde el comienzo del torneo, por la vuelta del “Príncipe” y el entusiasta modo de ver el fútbol de su DT, Diego Cocca, el establishment puso la presionante mochila de candidato sobre las espaldas del equipo. Pero no todo fueron alegrías en el camino académico hacia la consagración. Hubo espinas. Y fueron muchas. Tantas que en un momento del torneo hubo insultos para DT y jugadores, cuando los hinchas creían que todo estaba ya perdido.

Aquella frase de Cocca en el marco del clásico perdido ante el Rojo: “prefiero perder un clásico y pelear el campeonato”, se transformó en bandera de protesta en el Cilindro. Lo que no sabían, ni siquiera los más críticos, era que no sólo pelearían el título, sino que lo ganarían.

El destino, tras la fatídica tarde en la ex Doble Visera, le tenía reservada una alegría mayúscula, de esas inolvidables, al pueblo racinguista.

Tras caer ante el Rojo y Lanús, el punto de inflexión fue la victoria en la Bombonera. El campeón, en sólo media hora, marcó dos goles y se infló de coraje para lo que venía.

De ahí en adelante, el equipo le adosó a su fútbol ofensivo una gran solidez atrás. Aparecieron las victorias en fila y la valla de Saja se transformó casi en inexpugnable.

Y en la 17ma. fecha Racing ganó “el” partido del campeonato. Superó por la mínima a River, se abrazó a la punta y no la soltó más. Sigiloso, corrió desde atrás hasta tomar la delantera y jamás abandonarla.

En los dos últimos partidos hizo los deberes y pudo romper con esa inercia negativa que durante años se apoderó del club. La movida #RacingPositivo le llegó al plantel como un respaldo clave. Ni siquiera el clima político rompió la armonía. Anoche la Academia dio una nueva vuelta olímpica y su gente armó una fiesta difícil de igualar en el universo del fútbol.