Otro ataque a balazos para robar una moto

Desesperados por sacarle la moto, los tres ladrones no tuvieron reparos en dejar al asaltado desangrándose con un tiro en una pierna y sin nadie que lo pudiera asistir de inmediato. El escenario de este episodio, ocurrido ayer hacia las 19, es un sector de Tolosa en la que, según vecinos, la delincuencia hace estragos constantes.

En 524 entre 12 y 13 a un hombre lo amenazaron los asaltantes, entre ellos una mujer. Iban en una Honda Falcon y pretendían llevarse la Tornado de su víctima, también de alta cilindrada.

Lo que pasó entre que lo increparon para robarle y los tres disparos no fue informado con claridad. Algunas fuentes hablaban de que el damnificado se quiso escapar.

Tres disparos resonaron fuertes, para después darle pie al rugido de la moto de los delincuentes, que tomaron por una rotonda y luego siguieron por el camino Belgrano hacia la Circunvalación.

Esos ruidos más los alaridos del asaltado motivaron que algunos vecinos se asomaran a mirar. Un grupo se acercó para asistirlo. Lo único que pudieron hacer fue envolverle con una toalla la pierna izquierda, con un tiro a la altura de la tibia, y llamar a un servicio de emergencia.

La bronca estalló rápido: “Esperamos 45 minutos la ambulancia y no llegaba más. De hecho, nunca vino. Se lo tuvieron que llevar en la caja del patrullero al hospital de Gonnet, porque estaba perdiendo mucha sangre. Es una vergüenza”, dijo Silvia, todavía enojada un rato después de la secuencia.

Del estado de salud de la víctima, identificada por la Policía como Pablo Jamardo (40), se informó que no corre mayores peligros.

Su moto quedó a resguardo en el patio delantero de un vecino, que se ofreció a cuidársela, porque el único patrullero que lo fue a auxiliar tuvo que cumplir la función de ambulancia.

Un investigador comentó con cautela que, aunque el robo es la hipótesis más firme, también se estudia un posible ajuste de cuentas para explicar el ataque a tiros. Y consignó que víctima y victimarios presuntamente se conocían.

El sector de Tolosa en el que pasó esta secuencia está en uno de los extremos del Distribuidor, cerca del conservatorio Gilardi. Se trata de una zona con tránsito permanente de autos y micros. Por eso es que muy habitualmente se ven filas largas de pasajeros esperando el colectivo en la parada de la cuadra.

Sin embargo, eso supone exponerse a un riesgo, según destacó Silvia: “Hay un descampado muy oscuro en el que se puede meter cualquiera. Ya abusaron de una chica ahí hace poco. Y también te pegan para robarte. Los fines de semana son tremendos. Acá hace falta más controles y cámaras”, pidió la vecina.

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