Nuevo matrimonio récord, una eterna luna de miel

Nelly Meoqui y Alberto Artola llevan 68 años de casados

NELLY Y ALBERTO, EL MATRIMONIO QUE FESTEJA EN BARRIO MONDONGO

En su casa de barrio El Mondongo Nelly Meoqui - 88 - y Alberto Artola - 91 - aún disfrutan el sabor de una luna de miel que lleva 68 años. El amor y el compañerismo son los pilares de una relación que creció tanto como la frondosa higuera que refresca con su sombra buena parte del patio. “Nos conocimos en la fiesta de una compañera, aunque los dos trabajábamos en el frigorífico Swift, nunca nos habíamos visto, a partir de ese momento empezamos a frecuentarnos cada vez más; él vivía en La Plata, pero iba a visitarme a Berisso”, cuenta Nelly.

Como ambos eran muy jóvenes y Alberto tuvo que radicarse algún tiempo en San Carlos de Bariloche para hacer el servicio militar, el noviazgo se extendió durante 3 años. La fecha elegida para formalizar la unión fue el 7 de diciembre de 1946 y un año después ya se mudaron a su casa actual.

El compañerismo los llevó también a compartir el trabajo porque la pareja trabajó hasta jubilarse en la Universidad Nacional de La Plata. Alberto fue operador de la radio L R 11, a la que consideró como su segunda casa, y Nelly se desempeñó en el área contable como liquidadora de sueldos.

Trabajo y proyectos en común fueron factores de unión, pero sin duda lo más importante fueron los nacimientos de sus hijos Alicia y Carlos. La familia también se extendió con los nacimientos de sus nietos Paula, Daniela y Oscar. Más acá en el tiempo encontraron nuevos motivos de felicidad con los nacimientos de sus tres bisnietos.

VIRTUDES

A la hora de hablar de las virtudes que más destacan uno del otro, Nelly asegura que su esposo es muy trabajador y que le encanta encargarse de podar las plantas y cortar el pasto.

“Es que yo nací en el campo, entre Ignacio Correa y Poblet, a los 6 años ya ordeñaba las vacas; por eso supe que cuando tuviera una casa sería con un gran fondo y llena de plantas frutales”, afirma y, a su turno, valora de su esposa lo compañera que siempre fue.

El matrimonio agradece a la vida haber llegado a esta etapa con buena salud y con una familia que se mantiene unida y disfruta de rituales como compartir en el quincho los almuerzos de cada domingo.

“Nos gusta conversar, reunirnos, hacer cosas como ir de pesca o preparar mermeladas con las frutas de nuestros árboles”, asegura Alberto que además recomienda hábitos saludables como alimentarse de manera saludable y no fumar.

En tanto Nelly asegura que disfruta del hábito de preparar el desayuno y que para esa actividad se levanta a las 6, tal como hacía cuando estaba en plena actividad.

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