Le balearon la casa al presidente del club Los Andes

El presidente del club Los Andes, Oscar Ferreyra, quien presentó la renuncia al cargo luego de que balearan el frente de su domicilio, advirtió hoy que "cuando entrás a un club el sistema te obliga" a negociar con los barrabravas "para poder caminar tranquilo", y lamentó que "con mucha facilidad, los violentos terminan ganando".

"Cuando entrás a un club el sistema te obliga a sentarte con ellos para poder caminar tranquilo en el club", disparó Ferreyra, admitiendo la connivencia entre dirigentes y barras, y luego precisó que "estaba todo controlado pero se desató la interna".

Ferreyra presentó la renuncia a su cargo minutos después del hecho, y más tarde el resto de la comisión directiva tomó la misma decisión. "Cuando pretendés ir contra algunos estamentos que están bastante consolidados, pasan estas cosas", explicó y recordó que el estadio de Los Andes está suspendido por la acción de la barrabrava y que poco antes del ataque había logrado el aval de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APreViDe) a la propuesta de vender solamente 2.500 entradas a socios identificados, para levantar la clausura.

En declaraciones a la prensa, Ferreyra no dudó en admitir la relación entre dirigentes y barrabravas y recordó "el error" que cometió el ex titular de Lanús Nicolás Russo cuando dijo que no conocía a los barras del club "granate".

"Nicolás Russo cometió el error de decir una vez que no los conocía y recibió el escarnio público. Sí los conocemos, cómo no los vamos a conocer si los padecemos todos los días", remarcó.

Sobre el episodio, Ferreyra contó que anoche, poco después de las 20, "estaba en las instalaciones del club" y lo llamó su mujer "llorando, diciendo que habían baleado el frente de mi casa, en una zona residencial del centro".

"Esta gente no está en el fútbol nomás, son una plaga que están insertos en la sociedad, y lamentablemente las víctimas siempre somos los más débiles", concluyó Ferreyra