Gremios opositores esperan masiva adhesión al paro
Edición Impresa | 10 de Abril de 2014 | 00:00

El paro fue ratificado ayer por sus organizadores, los jefes de las CGT opositora Hugo Moyano y de la Azul y Blanca Luis Barrionuevo, de la CTA opositora Pablo Micheli y el dirigente de la Federación Agraria Eduardo Buzzi.
Desde la CGT oficialista, que no adhiere al paro, el metalúrgico Antonio Caló aseguró que la medida de fuerza es “política”, aunque admitió que “va a ser grande”.
El Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió que “los piquetes no tienen nada que ver con el derecho a la huelga” y remarcó que será “imposible medir el apoyo” al paro si quienes quieren trabajar “no pueden trasladarse”.
La adhesión de los gremios enrolados en la CGT Balcarce de ferroviarios y colectiveros fue considerada decisiva por los organizadores.
Moyano enfatizó que el sindicalismo opositor está dispuesto a sentarse a dialogar con el Gobierno y subrayó que si la Presidenta “diera respuesta a los reclamos, aplaudiríamos todos”.
“¿De qué paro político me hablan?”, planteó y sostuvo que “nadie puede negar que este reclamo es por todos los trabajadores”.
El camionero ironizó que “algunos todavía preguntan por qué es el paro” y enfatizó que el Gobierno, entre otros temas, “tiene que asumir como responsable” de la inseguridad, que “es insostenible e insoportable, fundamentalmente a los trabajadores”.
Moyano minimizó los piquetes que planean llevar adelante algunas agrupaciones sindicales para el paro de hoy, al sostener que “no va a ser necesario” cortar calles “porque no va a ir nadie a trabajar”.
Al respecto, el sindicalista aseguró que la huelga tendrá “una adhesión importantísima, a pesar de los esfuerzos denodados del Gobierno” por evitarlo.
“La gente no va a ir a trabajar porque tiene bronca, la gente está enervada, tiene bronca, porque está maltratada por el Gobierno”, apuntó el dirigente sindical.
En esa sintonía, Micheli afirmó que hoy “se va a notar en la calle el silencio de la soledad”, al vaticinar una alta adhesión al paro general.
A su turno, Barrionuevo puntualizó que el paro “no es para desestabilizar a nadie”, sino que es una medida para “reclamar y atender las exigencias de los trabajadores”.
Tras pronosticar que la huelga tendrá una adhesión del “casi 100 por ciento de la población”, Barrionuevo advirtió que tiene “información” que hoy podrían registrarse incidentes en algunos bares y confiterías “para culpar a los gastronómicos” y responsabilizó de esos eventuales hechos al Gobierno.
El titular del gremio de los gastronómicos recalcó: “Será un paro que quedará en la historia de la Argentina y no es para desestabilizar a nadie, ya que se desestabilizan por la impotencia del que ejerce el poder”.
El 20 de noviembre de 2012 la CGT de Moyano había lanzado el primer paro contra el gobierno kirchnerista, medida de fuerza que contó también con la participación del Gastronómico Luis Barrionuevo, en tanto que la huelga de hoy cuenta además con el apoyo del sindicalista estatal Pablo Micheli.
El titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, tildó ayer de “político” el paro convocado para hoy por el sindicalismo opositor y si bien admitió que “va a ser grande”, advirtió que el éxito o no de la huelga podría “medirse” cabalmente si funcionaran los medios de transporte.
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