La F-1 sigue aburriendo

SHANGHAI (China).- La victoria de ayer del británico Lewis Hamilton (Mercedes) en el Gran Premio de China de Fórmula Uno (cuarta etapa del Mundial), que con su compañero alemán Nico Rosberg sumó el tercer doblete consecutivo de los Mercedes este año, mostró de nuevo una supremacía que a la que sólo pudo amenazar Alonso.

El piloto español de Ferrari, que celebró haber tenido un “fin de semana perfecto”, en el que se sintió cómodo en el coche como en sus mejores momentos de 2012, acabó en tercer lugar, pero llegó a ser segundo durante parte de la carrera, y consiguió mantenerse por delante de Rosberg todo el tiempo hasta la vuelta número 42.

A pesar de los problemas que venía acumulando Ferrari, que venía de quedar con sus conductores en noveno y décimo lugar en Baréin (décimo el finlandés Kimi Räikkönen), y de la ventaja abismal de potencia y velocidad que tienen este año los Mercedes con el resto de la parrilla, Alonso consiguió ser el más rápido tras ellos.

El bicampeón mundial asturiano se insertó así como una cuña en la carrera China, entre los intratables Mercedes y los rápidos Red Bull, que logró contener tras él durante prácticamente toda la carrera, primero contra el tetracampeón Sebastian Vettel (que acabó quinto) y, desde la vuelta 26, contra Daniele Ricciardo (cuarto).

En la vuelta 24 Rosberg, que salió cuarto, logró adelantar a Vettel, aunque el vigente campeón alemán había empezado tercero en la parrilla de salida, y a partir de ahí, con el ritmo de carrera que le ofrecía su superioridad técnica, el propio Alonso sabía que era cuestión de tiempo que el actual líder le adelantara.

El asturiano aguantó así 18 vueltas, aunque él mismo dijo después que sabía que habría sido “casi imposible” defender ese segundo puesto ante ambos Mercedes, y Rosberg finalmente le sobrepasó, a pesar de que tuvo que correr sin la ayuda de información telemétrica durante toda la carrera. Alonso atribuyó después a una “combinación” de factores el haber pasado de un noveno puesto en Baréin a, en dos semanas, acabar tercero, a 7 segundos del segundo, y sólo por detrás del los Mercedes que parecen invencibles este año. Por un lado,“traíamos (a Shanghái) nuevas partes con las que sentirnos un poco más competitivos y hacer el coche más rápido”, recordó: “las probamos en Baréin (durante las jornadas de prueba tras el Gran Premio), sentimos que estaban bien y lo confirmamos aquí”.

“Por otra parte, tuvimos, o yo, personalmente, tuve un fin de semana extremadamente bueno, al nivel de 2012, probablemente, en cuanto a conducción y a sentirme cómodo”.

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