Este Lobo no para de ganar y la punta le dio otro objetivo

Con esfuerzo le ganó a All Boys y comparte el liderazgo con River

EL FESTEJO FINAL DE LOS JUGADORES DEL LOBO: MEZA, LICHT, BOU, MILOC, OREJA, ALVARO FERNANDEZ, MONETTI Y PEREYRA A PURA SONRISA


COMENTARIO
Por ANIBAL GUIDI

Recién en el atardecer de ayer el Lobo abrió el huevo de Pascuas que le habían regalado el domingo y, para su sorpresa -agradable por cierto-, encontró adentro del mismo el premio de la punta del campeonato, nada menos.

Premio merecido para un equipo que, si llegó a tan alto en la tabla del torneo Final (comparte la posición con River Plate, y con 27 puntos) ha sido por mérito propio y porque, a partir de estar tan convencido como persuadido, se subió a una racha inédita en este campeonato: con el de ayer ante All Boys (2-1) el equipo de Pedro Troglio sumó cinco triunfos al hilo.

Un golazo de Lucas Licht (de chilena) en el amanecer del partido, abrió la puerta para esta victoria del Lobo por la que luego tuvo que bregar, y transpirar y sufrir mucho, y que selló en el complemento Gustavo Bou, que llegó desde el banco. Jonathan Calleri, de cabeza, descontó para el “albo” que en el tramo final se jugó a suerte y verdad y puso un gran interrogante en el Bosque, que se disipó con el pitazo final del árbitro Carlos Maglio.

El partido ayer tuvo de todo. El notable gol de Licht, que inició la jugada y que la resolvió él mismo tras un centro que lanzó Mendoza desde la izquierda con una chilena de una belleza superlativa, y que el capitán pudo disfrutar recién cuando anoche, en su casa, vio la escena por televisión.

All Boys era, por entonces, un canto al desorden y la improvisación, que invitaba a que Gimnasia lo atacara, y en ese primer cuarto de hora el local pudo haber resuelto todo, y con amplitud en el tanteador.

Pero eso no ocurrió, pero por falencias propias en la resolución final, y le fue dando vida y tiempo a su rival para que levantara cabeza, corrigiera defectos y se mantuviera en partido hasta el final.

Tampoco lo pudo noquear en el inicio del complemento (un cabezazo de Blengio dio en un palo), y ni aún con el segundo gol que aportó Gustavo Bou, que fusiló a Cambiasso entrando al área por derecha y luego de ser asistido por Pereyra, en otra acción perfecta de contragolpe. Ni siquiera ahí pudo respirar aliviado el equipo de Troglio porque se descuidó en un tiro libre que ejecutó desde la derecha Alvarez y Calleri, de cabeza, la puso contra el palo izquierdo, imposible para Monetti. Y otra vez a remar, y a sufrir. All Boys, con la soga al cuello por el tema del descenso, fue por el milagro sin medir riesgos, llenó el área local con pelotazos, ganó mucho los rebotes, remató desde la media y larga distancia y con eso puso en aprietos al Lobo que, a los 42’ se quedó sin Pouso, expulsado por doble amonestación.

Pero Gimnasia supo aguantar esa presión, incluso logró asustar con un par de réplicas, y hasta supo como manejar algunas situaciones a efectos de que se agotaran los 4’ de alargue que ordenó Maglio. Cuando parecía que haber llegado a la línea de los 50 puntos cumplía con su objetivo primario, el equipo encontró una forma y una manera de jugar, se amigó con el triunfo y ya está arriba de todo, a cuatro fechas del final, y nadie le puede quitar la ilusión de seguir buscando algo más. Pero este equipo no está en la cómoda, sabe que el fútbol propone una sucesión de retos que vale la pena afrontar y, lo hará, porque así está formado y curtido en estas lides.

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