Ucrania ordenó reanudar las operaciones contra prorrusos

KIEV.- Ucrania ordenó ayer la reanudación de la operación “antiterrorista” contra los separatistas del este del país, horas después del final de la visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden, quien advirtió a Moscú contra una conducta “provocadora”.

El presidente interino ucraniano, Olexander Turchinov, decidió retomar la ofensiva contra los insurgentes prorrusos tras el descubrimiento de dos cuerpos con señales de “tortura”. El gobierno de Kiev había declarado una tregua pascual en sus operativos “antiterroristas”. Una de las víctimas es Volodymyr Rybak, un concejal de la localidad de Gorlivka, “recientemente secuestrado por terroristas”, afirmó el presidente.

Al mismo tiempo, el Pentágono anunció el envío de 600 soldados a Polonia y a los países bálticos para realizar “ejercicios militares”. Rusia mantiene en la actualidad un contingente de 40.000 soldados desplegados en la frontera con Ucrania.

De visita en Kiev, Joe Biden reiteró a las autoridades su apoyo frente a la amenaza separatista en el este del país alentada por Rusia, a la que le pidió que retire sus tropas de la frontera. “Más conductas provocadoras llevarán a mayores costos y más aislamiento”, declaró Biden en rueda de prensa con el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk. “Llegó el momento de dejar de hablar y empezar a actuar. Necesitamos que se tomen medidas sin dilación”, añadió Biden.

EE UU ya ha dispuesto sanciones contra altos responsables rusos cercanos al presidente Vladimir Putin, pero amenaza ahora con aplicar nuevas sanciones contra Moscú. “Es un camino sin salida”, respondió el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, en un discurso ante la Duma (cámara baja del Parlamento). “Pero si aún así algunos de nuestros socios occidentales deciden tomarlo (en referencia al camino de los castigos), no tendremos otra opción que hacer frente con nuestras propias fuerzas. Y ganaremos”, añadió.

Las partes tenían la esperanza de que la tensión disminuyera -en la que ha sido calificada como la peor crisis entre Moscú y los occidentales desde la Guerra Fría- tras el acuerdo alcanzado la semana pasada en Ginebra entre Ucrania, Rusia, EE UU y la Unión Europea (UE).

El acuerdo prevé, entre otros puntos, el desarme de grupos armados ilegales y la evacuación de edificios ocupados, tanto por los pro-ocidentales en Kiev como por los separatistas prorrusos en el este.

Pero el texto nunca fue aplicado y en lugar de evacuar las administraciones ocupadas, los separatistas extendieron su control tomando el lunes nuevos edificios públicos en Kramatorsk, ciudad a medio camino de sus bastiones de Slaviansk y Donetsk.

El departamento de Estado norteamericano reveló el lunes unas imágenes entregadas por Kiev que muestran que separatistas armados en el este de Ucrania son en realidad militares o agentes de los servicios secretos rusos.

Moscú propone instaurar un modelo federalista en Ucrania, que otorgue más autonomía a las regiones ruso parlantes del este.

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