Gimnasia: una derrota que duele
Edición Impresa | 12 de Mayo de 2014 | 00:00
COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO
El Lobo no supo ni pudo resolver un partido de muy discreto nivel y, si bien quedó muy mal perfilado para el cierre del torneo, ahora la ilusión de terminar primero pende de un hilo muy delgado.
El equipo de Troglio cayó luego de siete fechas (seis triunfos y un empate) y la buena racha que traía en condición de visitante se cortó luego de tres éxitos al hilo.
La lluvia, que cayó ayer en forma constante, jugó un rol preponderante, y terminó perjudicando a la visita que no pudo desarrollar su juego de toque y tuvo que copiar lo que hacía el local: el pelotazo.
Y allí Quilmes sacó alguna ventaja como que, en ese primer tiempo, sin ser superior, marcó sí algunas diferencias a su favor. La ansiedad y los nervios también jugaron un rol clave y en ambos equipos que apostaban a objetivos distintos, pero igualmente valioso para cada uno.
Más tarde, fue el local el que masivamente protestó otra decisión arbitral del muy flojo Lunati. Se jugaba el minuto 34 cuando Gonzalo Ríos vulneró el arco de Monetti con un bombazo de derecha luego de un tiro de esquina que ejecutó Benítez desde la derecha, y que fue invalidado, a instancias del línea, porque la pelota viajó por el aire del lado de afuera de la cancha. Lunati anuló el gol amparándose en el línea Gustavo Esquivel, quien había levantado la bandera con mucha seguridad.
En ofensiva lo de Gimnasia había sido muy pobre, y así como la etapa se cerró sin pena ni gloria, las cosas tampoco se modificaron sustancialmente en el complemento, que la visita arrancó con la variante Rodrigo Contreras por el amonestado Miloc.
Lo cierto es que Quilmes llenaba de centros el área de Gimnasia buscando sacar ventaja de una defensa insegura. Y de esta forma llegó la apertura. Benítez tiró un nuevo córner desde la derecha, pasado, que no debía haber llevado complicaciones para Monetti, pero el arquero se pasó y, cuando volvió al lugar donde debía estar, no pudo retener el balón que se le metió en su arco.
Sin otra alternativa, Gimnasia fue en procura de la igualdad. Y eso hizo, pero sin juego ni claridad, y a fuerza de centros. Sin embargo, los de Troglio carecieron de resolución y de contra Quilmes tuvo las más claras. Como a los 24’, cuando Gonzalo Ríos llegó por la derecha y sacó un remate exigido, Monetti alcanzó a manotearla y la pelota dio en el travesaño. Y con el Lobo volcado al ataque, Quilmes lo liquidó de contragolpe cuando Pérez Godoy quedó mano a mano con Monetti y la picó por encima del arquero para garantizar la presencia de Quilmes en Primera, y dejar a Gimnasia casi sin sueño.
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