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Edición Impresa | 5 de Mayo de 2014 | 00:00
COMENTARIO
Por ANIBAL GUIDI
¿Qué le faltó para sumar el séptimo éxito en serie? Pues una cuota de tranquilidad y también una cuota más generosa de resolución. No fueron muchas las chances de gol que pudo construir ayer el Lobo dentro de un partido equilibrado y futbolísticamente muy discreto, pero fueron más de las que dispuso su rival y mucho más claras, además, como la que dispuso Franco Mussis a los 29’ del primer tiempo donde, asistido por Licht, quedó sólo ante Marchesini pero su zurdazo fue desviado increíblemente por Marchesini sobre el horizontal.
Fue un partido extraño. Con escasos matices para destacar realmente, y si se hace un repaso de las pocas emociones que existieron en el atardecer de ayer en el Bosque, quedan cinco chances para el local y tres para el visitante.
Gimnasia buscó un poco más, y está claro que estuvo más cerca de ganar, pero quedó en claro también que su producción estuvo, tanto en lo general como en lo colectivo, muy por debajo de lo que fueron sus últimas presentaciones en el torneo Final, en donde se fue arriba en la tabla a base de ganar y ganar.
Si en la previa de Gimnasia-Lanús existió alguna suspicacia porque los mens sana enfrentaban al equipo que conduce Guillermo Barros Schelotto (está demás aclarar su identificación con el Lobo), lo cierto es que todo quedó en palabras y los dos apostaron a sus armas para poder torcerle de alguna manera el brazo al rival, y la realidad dio por tierra con cualquier suspicacia al respecto, por lo que el fútbol no sufrió ninguna mancha ayer, como debe ser por otra parte.
Gimnasia entonces tuvo enfrente a un rival calificado que, al igual que él, también jugó por debajo de sus posibilidades. Tuvo mucha tibieza Lanús, que procuró mantener cierto orden, y que a despecho de su intento por jugar siempre, le faltó contundencia arriba.
El Lobo, entonces, tuvo que estar atento a la marca y no soltó gente en ataque como en otras ocasiones. No asomaron claros con la pelota ni Meza ni Alvaro Fernández, Mendoza fue poco buscado y, de esta manera, por Pereyra estuvo escasa asistencia y bien controlado por los defensores visitantes.
Las chances de Lanús recién aparecieron cuando el local soltó amarras y fue a buscar más arriba, por lo que el partido se hizo abierto y fue allí cuando el equipo del Mellizo, con un par de réplicas mal resueltas por Astina y Alejandro Silva, le generó los pocos sobresaltos a Monetti. La cosa ahora está más peleada. Gimnasia, que visita a Quilmes y cierra con Boca, está arriba junto a River, que visita a Artgentinos y recibe a Tigre, y será cuestión de seguir apretando los dientes y dejando todo.
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