Lewinsky: “Me convirtieron en chivo expiatorio”

La ex pasante escribió una nota en una revista, en la que revela que hasta pensó en suicidarse

LA EX BECARIA DE LA CASA BLANCA MÓNICA LEWINSKY. SU AFFAIRE CON CLINTON CASI LE CUESTA EL CARGO AL MANDATARIO DEMÓCRATA

WASHINGTON.- Mónica Lewinsky (40) rompió más de una década de silencio para hablar sobre su relación con el ex presidente Bill Clinton y la “humillación mundial” que vivió, a riesgo de interferir con una eventual campaña de Hillary Clinton para las presidenciales. “Es momento de quemar la boina y enterrar el vestido azul”, escribe Lewinsky en la revista Vanity Fair, haciendo referencia al famoso atuendo con rastros de semen que sirvió como prueba de su romance con Clinton en los ‘90 y el sombrero con el que fue fotografiada junto a él.

Lewinsky, la ex becaria de la Casa Blanca que estuvo en el centro de uno de los grandes escándalos de la política de EE UU, explica que se mantuvo “recluida” mucho tiempo por temor a convertirse en un “problema” si Hillary Clinton se postula para 2016. “¿Pero debería poner mi vida en suspenso otros ocho a diez años?” se pregunta ahora, según los avances de la nota que saldrá en la edición de mayo de la revista, en los que confiesa que es demócrata y que no quiere escribir un texto “contra los Clinton”. “Siento profundamente lo que sucedió entre el presidente Clinton y yo”, insiste Lewinsky 16 años después, afirmando que está decidida a “tener un final diferente” para su historia y “dar un sentido” a su pasado.

La noticia de la relación entre Clinton y la ex becaria estalló en 1998, se expandió enseguida por todo el mundo y casi le cuesta la presidencia al mandatario demócrata. Clinton admitió ante un jurado que mantuvo una “relación inapropiada” con la entonces veinteañera. Fue acusado por la Cámara de Representantes pero absuelto más tarde por el Senado, y finalmente logró superar el episodio. Ella no tuvo tanta suerte y se convirtió prácticamente en una paria de la sociedad estadounidense.

“CHIVO EXPIATORIO”

“Mi jefe se aprovechó de mí, pero siempre me mantendré firme en este punto: fue una relación consensuada”, escribe Lewinsky sobre el episodio. “Cualquier ‘abuso’ tuvo lugar en el período posterior, cuando me convirtieron en el chivo expiatorio para proteger su posición de poder”, agrega.

Sobre Hillary Clinton, que en confesiones a su amiga Diane Blair en los 90 la calificó como una “chiflada narcisista”, Lewinsky dice que si eso es “lo peor” que dijo sobre ella, entonces debía sentirse “muy afortunada”. Asimismo, desmiente que los Clinton le hubieran pagado para que no hablara. También cuenta que tras el escándalo rechazó ofertas que le hubieran reportado ingresos por más de 10 millones de dólares porque no le parecía “correcto”, y que hasta pensó en suicidarse. Finalmente viajó a Londres, donde obtuvo un diploma en psicología social, y luego volvió a su país.

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