Se extiende en la Ciudad el arte del árbol caído

Las esculturas hechas con troncos de árboles caídos crecen en distintos espacios públicos de la Ciudad. Primero fue una rareza, pero ahora ya se incorporan al paisaje urbano. Ayer trabajaban detrás de la estación de Meridiano V en esculturas gigantes que adquieren formas distintas y asombrosas

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EN 72 ENTRE 17 Y 18 LOS ARTISTAS TRABAJAN, EN “VIVO”, EN LO QUE SERÁ UN PASEO ESCULTÓRICO QUE SE MONTARÁ EN EL BARRIO MERIDIANO V

Los árboles caídos de la Ciudad se transforman en esculturas y juegos públicos infantiles. Hace un año, luego de la trágica inundación, los ejemplares botánicos del Zoológico platense que tiró abajo la catástrofe se convirtieron en figuras de animales y se armó, dentro del predio, una colección de tigres, elefantes, pingüinos y serpientes, producto del tallado de los troncos, que fue creada por la inspiración de Misioneros del Arte, un grupo de artistas convocados por la Comuna. Ahora, la iniciativa sale de la exclusividad del paseo del Bosque y se extiende a otros espacios, siempre con la idea de resignificar en expresión plástica u otorgar una nueva función a aquellos materiales en desuso.

“Reutilizamos los árboles caídos, devolviéndolos a la Ciudad como obras de arte”, explicó Diego Budiño, uno de los escultores que integran el grupo y que en estos días trabaja con una intervención en el barrio Meridiano V, concretamente sobre la avenida 72 entre 17 y 18, a la vista de quienes se acercan a la zona de la ex Estación Provincial. Se están terminando, en vivo, un conjunto escultórico que mostrará el tallado de cuatro animales y de un puño cerrado que sale de la tierra y que simboliza, según señaló, “la fuerza artística”.

También pueden verse obras de madera de la misma factura en el Lago del Bosque (un trepadero para que jueguen los chicos), el Parque Ecológico Municipal (distintos animales), y el Observatorio (símbolos astronómicos que sirven para la divulgación científica).

Las instalaciones tienen relación con el contexto donde quedan exhibidas. Para eso, antes de largarse a tallar, el grupo indaga en el ejemplar y en el lugar donde cayó. “Contamos su historia a través de la escultura”, indicó la artista plástica y docente María Adriana Pantanali, que también participa de la movida.

Luego de investigar sobre la historia del lugar donde se emplazarán las esculturas, se dibuja un boceto, se lleva el diseño a arcilla y recién después de ese paso se ponen manos a la obra.

Como Pantanali es profesora de plástica en colegios secundarios en muchos casos sus alumnos participan de la iniciativa de Misioneros del Arte. Para la puesta del trepadero del Bosque colaboraron, por caso, estudiantes de 6º 2ª - turno tarde - de la Técnica Nº 9.

En el grupo hay representantes de diferentes ramas artísticas, pues se integra con gente de las artes plásticas, la música, el teatro, la danza y la poesía.

Dejar las piezas en espacios públicos tiene sus riesgos. El grupo lamenta el robo de un conejo gigante que iba a formar parte del paseo escultórico de Meridiano V. Desapareció el sábado pasado, cuando ya se había concluido el trabajo. “Estamos abiertos a la comunidad e invitamos a todos a crear con nosotros. Pero también queremos formar consciencia del daño que se hace con esas actitudes”, comentó Budiño.

Reciclaje
Ahora, Misioneros del Arte comenzará a trabajar con los caños de escape antirreglamentarios que Control Urbano decomisó en operativos. Hará esculturas metálicas.

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