Cada vez más personas buscan hacerse tatuajes con tinta blanca
| 2 de Agosto de 2014 | 00:00

Nadie ignora que los tatuajes ya son parte de la cultura popular y que, desde hace unos cuantos años, dejaron de ser patrimonio exclusivo del universo joven para decorar la piel de adultos y personas mayores. Tampoco que su lugar en el cuerpo ya no es sólo el brazo sino también piernas, cuello, abdomen y hasta los dedos del pie. Pero como si la moda de tatuarse el cuerpo fuera una carrera hacia lo innovador, en su horizonte viene asomando una tendencia que crece con fuerza en Europa y que ya se hace notar en los locales de varios tatuadores de la Ciudad: los white tattoos, también conocidos como tatuajes en tinta blanca
Los white tatto ya desembarcaron en la piel de celebridades como la actriz inglesa Cara Delevingne o la israelí Bar Rafaeli, quienes ya los lucen en distintas partes de su cuerpo
“Es una moda muy fuerte en Europa -reconoce el tatuador platense Pablo Mansinelli, con ocho años en el oficio-, pero la verdad es que yo no lo recomiendo ni los hago por cuestiones estéticas. Me pasa lo mismo con los tatuajes que me piden en los dedos: no los hago. Con la tinta blanca ocurre algo parecido: puede quedar bien al principio, a muchos hasta les resulta novedoso, pero con el tiempo es una tinta que pierde coloración y se vuelve amarillenta. Yo la uso sólo para dar luz a los dibujos convencionales”.
Una mirada similar es la que aporta Alberto Petel, otro tatuador que atiende en el microcentro platense: “Hay muchas consultas, los piden y se nota que es una moda en aumento -cuenta-, pero yo no hice ninguno porque no me gusta como se lucen. Con los años quedan como quemados, y la tinta blanca se vuelve amarillenta y hace pensar más en escoriaciones que en un tatuaje”.
LOS PRO Y LOS CONTRA
Si bien hace unas cuantas décadas atrás era una práctica frecuente entre marineros y presos, la ilusión de verse la piel con un dibujo, un retrato, un nombre o una simple letra de origen lejano es moneda cada día más corriente en personas de todas las edades y de todos los estratos sociales. Ahora, la llegada de los tatuajes con tinta blanca -que suelen quedar más suaves sobre la piel y que recuerdan a viejas cicatrices de la infancia, aunque en este caso con un diseño puntual- parecen redoblar la apuesta y disparar algunos interrogantes de cara al futuro.
“Todavía aquí no hay una cultura del tatuaje blanco -dice Mansinelli-, pero en cuanto se vuelva más comercial seguramente muchos tatuadores elegirán hacerlo. Yo, por una cuestión puramente estética, prefiero mantenerme al margen de esta moda”.
Hasta el momento, los white tatto -que cuestan lo mismo que un tattoo convencional- ya desembarcaron en la piel de celebridades como la modelo y actriz inglesa Cara Delevingne o la israelí Bar Rafaeli, quienes ya los lucen en distintas partes de su cuerpo y contribuyeron así para marcar tendencia.
En el caso de Cara, según informaron los medios británicos, optó por escribir en su brazo la leyenda “Breathe Deep” (Respira profundo) y lo hizo nada menos que con el tatuador de los famosos Keith McCurdy, dueño del estudio Big Bang, uno de los más famosos de Nueva York. Por él pasaron estrellas como Justin Bieber, Demi Lovato o Rita Ora.
Según los expertos, sin embargo, no por ser más sutiles, casi enigmáticos, son inocuos: la tinta blanca puede generar en algunos casos alergia, como ocurre con la roja también, y para algunos tatuadores tienden a desaparecer por completo ya que el blanco no toma demasiado contraste y es débil a la exposición solar.
Entre las ventajas de la tinta blanca, figura que al cicatrizar parece una marca de la propia piel y de esa manera no son tan complejos de quitar. Aunque claro: para quienes ven en el tatuaje algo para toda la vida, ese detalle ventajoso puede terminar siendo una terrible contra.
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