Rock de las calles ocultas

De un rincón entre los monoblocks del barrio Aeropuerto, zapando con un par de guitarras criollas y un bongó para un puñado de amigos, a galpones con capacidad para mil personas. Así transcurrió en menos de una década la vida artística de Delirio, que acaba de llegar a su disco debut, “Lo que esconden mis calles”.

Grabado y masterizado por Guillermo Olivera en los estudios Project 9, el álbum contiene trece temas y un “bonus track”: “En la ruta”, “Cansado”, “Caminando”, “Nena de ojos café”, “Corazoncito loco”, “Soledad”, “Dr.Limón”, “Lo que esconden mis calles”, “Otra vez”, “La flor”, “Guitarra de medianoche”, “Entre el cielo y el infierno” y “El viaje”.

“El disco está inspirado y dedicado a la gente de barrio” señala Luciano Merlo, tecladista de la formación que comparte con Santiago Fernández -voz-, Juan Ignacio Saullo y Ezequiel Santillán (guitarras), Marcos Ricco -bajo-, Edgardo Villegas -batería-, Leo Velazco -percusión-, Gastón Tocho -saxo- y Martín Arnaudin -armónica-.

“Por eso, en el tema que da nombre al disco la letra dice ‘hay riquezas que no se pueden comprar’”, subraya Merlo: “para nosotros el barrio es un leit-motiv, de hecho salimos de los monoblocks... En lo musical hay desde un reggae como ’Corazoncito’ a blues, ska y funk. Pero en esencia Delirio es una banda de rock’n’roll, que está muy entusiasmada con su primer disco y muy agradecida por el apoyo que nos viene entregando la gente”.