Comidas y ejercicios: crean una fórmula para vivir mejor

Sugiere no cometer más de 2 excesos semanales al comer, bajar la ingesta después de las 16 y hacer 8 horas semanales de actividad física

NUTRICIONISTAS RECOMIENDAN IMPLEMENTAR CAMBIOS DE HÁBITOS CON ACOMPAÑAMIENTO PROFESIONAL

Científicos pertenecientes al Instituto Europeo de la Obesidad crearon una fórmula destinada a combatir el sedentarismo y el sobrepeso. La sugerencia se basa en tres cifras fáciles de memorizar para cambiar hábitos y obtener resultados que mejoren la calidad de vida. La fórmula, que llaman del 2,4,8, apunta a recordar lo que se debe y no se debe hacer en términos de hábitos saludables y a modo de autocontrol semanal.

¿Porqué 2,4,8? Los científicos lo explican así: el 2 alude al límite de excesos alimentarios que se pueden permitir en una semana. El 4 a las 4 de la tarde, la hora a partir de la cual se recomienda reducir la ingesta de alimentos. El 8, a la cantidad de horas semanales que se recomienda dedicar a hacer actividad física.

Los científicos europeos diseñaron este programa después de identificar los patrones de conducta que más contribuyen a males como el sedentarismo y el sobrepeso.

El patrón de comportamiento desaconsejado y frecuentemente asociado a estos flagelos consiste en una combinación de hábitos perniciosos: entre ellos, los de dormitar en exceso, seguir una alimentación inadecuada, pasar demasiadas horas frente a la pantalla, mantener actividades que apenas consumen energía y que promueven una modificación negativa en el biorritmo natural, comenzar el día pasada la media mañana, conciliar el sueño a altas horzs de la madrugada y mantener, durante el día, largos periodos sedentarios,

Estas conductas fueron identificadas tanto en períodos de vacaciones como en los de actividad (en estos casos por el poder desorganizador del estrés) y se detectaron a su vez personas más proclives a incurrir en ellas, tales como los jubilados, los desempleados, las personas con algún tipo de discapacidad, los que trabajan desde su casa y los que cuidan a sus hijos y no disponen de tiempo para hacer deporte.

A partir de estos datos los especialistas idearon una “fórmula universal” para mantener a raya al sedentarismo y la obesidad sin hacer grandes sacrificios y apuntando a tres ejes: los excesos gastronómicos, la ingesta tardía y la insuficiente cantidad de actividad física.

Para los especialistas, limitar a dos el número de excesos gastronómicos semanales tiene la ventaja de que “nos hará reflexionar y ser más conscientes de nuestra elección: no hay nada malo en premiarnos con una porción de torta o pizza pese a su evidente desproporción de calorías, grasas y azúcares, siempre y cuando esta sea la excepción de la regla y no al revés”.

También indicaron que “los alimentos que consumimos aportan la energía vital que nuestro organismo gasta durante el día, por eso la mayor ingesta debe tener lugar en el desayuno, a media mañana y en el almuerzo y a partir de las cuatro de la tarde conviene ingerir el 30”% de las calorías diarias recomendadas.

Al referirse al tercer término de la fórmula (las 8 horas semanales de actividad física) indican que no implica necesariamente hacer deporte ni gimnasia y que se puede reemplazar por actividades simples como las que siguen: subir escaleras. bajarse una parada antes del colectivo, ir en bicicleta a trabajar, pasear de forma acelerada, jugar al fútbol con amigos o bailar. Lo importante es moverse.

matices

Para el nutricionista platense Norberto Russo, presidente de Apadavis (Asociación de Prevención de los desordenes de la Alimentación y la Vida Sana), “estas sugerencias están bien, pero con matices. No todas las personas responden igual y es bueno que los cambios de hábitos sean supervisados por un especialista”.

Russo indica que “la sugerencia de disminuir la ingesta de alimentos después de las 16 de la tarde coincide con una recomendación que nosotros hacemos desde Apadavis y que tiene que ver conque después de esa hora, aproximadamente, el organismo comienza a segregar serotonina y melatonina. No comer después de esa hora ayuda a evitar el insomnio y a una más adecuada absorción de nutrientes. También se muestra de acuerdo con que los esfuerzos de la dieta estén acompañados de “premios “ o “recompensas”, permisos para comer algo no previsto en el plan, pero en días fijos y controlados, como los fines de semana. Además, contemplando que las dietas indican reducir la ingesta de hidratos de carbono, que son protectores hepáticos, si se va a comer algo por fuera de la dieta conviene tener en cuenta ese factor y eventualmente tomar algún protector hepático que reemplace a los hidratos de carbono en esa función.

Por último, con relación a la recomendación de las ocho horas semanales de actividad física Russo opina que “no parece coherente: en todo caso nosotros promovemos que la actividad física no pierda continuidad, que aumente progresivamente y su duración no sea inferior a los 30 minutos diarios”.

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