Trastornos alimentarios: aseguran que se incrementan en verano

Desde la Asociación Aluba aseguran que en esta época del año los problemas derivados de hábitos alimenticios poco saludables aumentan cerca del 20 por ciento

DESDE UNA ENTIDAD QUE LUCHA CONTRA LA BULIMIA Y LA ANOREXIA ASEGURAN QUE ESTOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS LLEGAN A CRECER CERCA DE UN 20 POR CIENTO EN ESTA ÉPOCA DEL AÑO

La bulimia y la anorexia son dos enfermedades que se manifiestan y preocupan todo el año, pero nadie duda de que es el verano la época donde los trastornos alimentarios hacen verdaderos estragos.

“Los valores culturales y estéticos de la sociedad occidental, donde estar delgado se asocia con tener éxito en la vida, están haciendo aumentar vertiginosamente el índice de incidencia de estos trastornos entre jóvenes de nuestro país”. Quien lo asegura es el nutricionista platense Norberto Russo, para quien este tipo de patología afecta mayoritariamente al segmento de población adolescente femenino comprendido entre los 13 y los 25 años, “y es una enfermedad de mal pronóstico si no se trata de forma integral y por profesionales especializados”.

En sintonía con la mirada de Russo, desde la Asociación de lucha contra la bulimia y la anorexia (Aluba) aseguran que en esta época del año crecen hasta un 20% las consultas por casos de este tipo, y fundamentan esto en que el verano y las vacaciones disparan la preocupación por la figura, lo que hace que muchas personas se vuelquen en forma intensiva -y sin tomar los recaudos necesarios- al gimnasio o a las dietas que prometen hacer bajar unos cuantos kilos en pocos días.

“Cuando la salud y la vida están en juego, es el momento de preguntarse si obsesionarse con estar flaca tiene sentido”, comenta la doctora Mabel Bello, asesora médica de Aluba y quien apunta además que estos trastornos alimentarios aparecen a edades cada vez más tempranas y, si bien el público femenino sigue siendo mayoría, afectan tanto a hombres como mujeres.

EL FENOMENO ESTACIONAL

“Este fenómeno estacional -sostienen en Aluba-, acaso más intenso en el sexo femenino y en las adolescentes, hace que las familias se acerquen a las instituciones médicas para realizar consultas sobre patologías alimentarias. Quizá no lo hacen al principio, cuando escuchan a sus hijos hablar de dietas y de cuidarse con la comida. Pero luego empiezan a notar ciertos aspectos patológicos y se preocupan”.

Sobre esto, los especialistas hacen hincapié en que el cambio de temperatura es un estímulo y puede por lo tanto “precipitar el hecho de que alguien comience una dieta excesiva restringiendo notablemente las ingestas y muchas veces entrando en un estado de desnutrición con tal de conseguir un adelgazamiento repentino”.

Si bien no hay estadísticas oficiales en el país sobre qué porcentaje de la población padece estas problemáticas, se calcula que en el mundo hay alrededor de 70 millones de personas que sufren de patologías alimentarias, y que en las mujeres se da en un 85 por ciento.

Las conductas patológicas de quienes la padecen, se asegura, no permiten percibir con facilidad una señal de alerta que indique una posible enfermedad. El comer a escondidas, por caso, impide detectar un acto de voracidad, así como el atracón o el abuso de laxantes, diuréticos o anorexígenos.“Debemos entonces convertirnos en agudos observadores -dice Bello- prestar atención a mínimos detalles que pueden ser reveladores; aprender a detectar la bulimia y no olvidar que la detección temprana facilita la recuperación”.

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