Se fue de vacaciones y al volver supo que lo habían desvalijado

Nahuel (30), vecino de Gonnet Bell desde hace seis meses, sospecha que el robo que sufrió él y al menos una vecina tienen el común denominador de “una banda que revisa los movimientos y marca las casas vacías por un rato”. Bajo esa modalidad le robaron una cantidad importante de plata y objetos de valor.

El joven se había ido de vacaciones algunos días atrás. Como mucha gente que encara un plan de viaje veraniego, él tomó el recaudo de encargarle a sus familiares que cuidaran su casa, en 15 entre 489 y el arroyo Rodríguez, una cuadra cortada y con poquísimo tránsito.

recaudos que no alcanzan

En los primeros días de su ausencia todo salió como lo planeado. Un hermano se encargaba de ir seguido, encender las luces de noche y hasta usar uno de los autos de Nahuel, “para que parezca que el movimiento en la casa es el habitual y no levantar sospechas”, remarcó la propia víctima.

Pero ni así pudo evitar que le robaran. Entre la noche del lunes y la media tarde del martes, un grupo de ladrones entró a la vivienda y la revisó a su gusto.

En la reconstrucción del hecho se supo que los delincuentes saltaron la reja frontal, fueron hasta el patio de la casa y forzaron una puerta trasera haciendo palanca.

Las dos plantas de la casa fueron revisadas durante el hecho, del que no se sabe todavía con certeza cuánto duró, qué cantidad de asaltantes intervino y en qué vehículo escaparon.

Unos 50 mil pesos, dos celulares, una tablet y dos Led TV fue el botín del que se apoderaron los ladrones. Alrededor del espacio vacío que dejaron los objetos robados, quedó ropa tirada y un montón de pertenencias fuera de lugar, que los delincuentes descartaron llevarse.

Con ese panorama se topó el hermano de Nahuel el martes a las 17, y también los peritos de la Policía Científica que examinaron el domicilio. Además, se encontraron varias medias tiradas por el suelo: fueron las que usaron los ladrones en las manos para no dejar ninguna huella.

sospechas en el barrio

“La mecánica que por lo visto tuvieron para robarme fue espiar los movimientos y ver qué autos andan siempre en la cuadra”, apuntó Nahuel, comerciante y empleado de la Jefatura de Gabinete provincial.

“Otra cuestión evidente es que no son chicos ni improvisados. Había varias cosas en mi casa que se podrían haber robado y las dejaron ahí. Venían más que nada por la plata”, señaló el joven, en diálogo con EL DIA.En la última Nochebuena, algo parecido le ocurrió a una mujer que vive en un dúplex, justo al lado. La víctima había salido a festejar la Navidad unas tres horas. Ese lapso le bastó a un grupo de delincuentes para también saquear esa casa.

La policía ya comenzó con las investigaciones y estudia la posibilidad de que ambos hechos estén conectados en lo que a sus autores respecta. Nahuel tiene su propia hipótesis: “Para mí es evidente que son los mismos. Hay gente en el barrio que de noche solemos verla vigilando los movimientos, controlando los horarios en los que llegamos a casa. Saben todo. Y quiero que se los tenga en cuenta por lo menos como sospechosos”, cerró.