Volvió Riquelme, pero como hincha

La presencia de Juan Román Riquelme en el estadio José María Minella para ver en condición de hincha a Boca contra Vélez fue tema inevitable, para la gente que agotó las localidades y mucho más para la dirigencia boquense.

Riquelme, quien acaba de anunciar su retiro de la práctica activa del fútbol, viajó ayer a la ciudad de Mar del Plata en compañía de su hijo Agustín, con quien presenció el encuentro que definió el modo en el que los Xeneizes serán parte de la próxima edición de la Copa Libertadores.

En este marco, Román apareció anoche por primera vez como seguidor del equipo de Boca tras anunciar su retiro luego del ascenso conseguido con Argentinos, la imposibilidad de regresar al club de la Ribera por decisión de su presidente Daniel Angelici y la negativa a ponerse otra camiseta.

Cuando comunicó el pasado fin de semana su alejamiento del deporte en el que ganó todo como jugador de Boca, Riquelme aseguró que continuará ligado al equipo como hincha, descartó la intención de convertirse en su entrenador, y dejó abierta la posibilidad de ser algún día presidente.

SIN PLAQUETA

El presidente Daniel Angelici, de Boca, impidió la entrega de una plaqueta en homenaje a Riquelme que pretendían darle las autoridades de la provincia de Buenos Aires antes del partido.

Al enterarse de esta situación, el ‘mandamás de la institución Xeneize temió por la reacción del público en favor del ídolo y llamó para pedir que bajen la plaqueta.

Al entorno del gobernador Daniel Scioli le habrían llegado varios llamados de aliados de Angelici, incluso trascendió la existencia de una comunicación del presidente de la AFA, Luis Segura, a pedido del titular boquense.

En letras de molde, la plaqueta tenía grabado el siguiente texto: “A Juan Román Riquelme, por su destacada trayectoria y su colaboración al deporte”, con la firma de Scioli y de Alejandro Rodríguez, secretario de Deportes provincial.