Encapuchados le fracturaron la cara a golpes a un jubilado

Eran dos. Estaban armados. Irrumpieron por los fondos. Y redujeron a toda la familia. Robaron plata

LA CASA QUE FUE ESCENARIO DEL TERRIBLE ASALTO, A LA MADRUGADA. LOS LADRONES SERÍAN DEL BARRIO

Usaron la modalidad con la que acostumbran a operar en el barrio, se movieron a su antojo dentro de la casa, aterraron a una familia y dejaron a un jubilado internado con una fractura en la cara. Todo eso hicieron los delincuentes que ayer a la madrugada irrumpieron en una casa de 525 entre 142 y 143.

Después de haber mirado el triunfo de Boca en la tele, padre e hijo -71 y 15 años- se quedaron dormidos en la misma cama. La mujer -de 49- eligió otra habitación para irse a acostar más temprano.

Con ese panorama se encontraron los dos ladrones que a las 3.30 de ayer consiguieron entrar en la casa. Y lo hicieron rompiendo a patadas una puerta de atrás, luego de llegar al fondo por entre las viviendas aledañas.

HUESOS PARA LOS PERROS

La familia se despertó sobresaltada cuando escuchó los golpes que venían del patio. También oyeron a sus perros, que ladraban sin parar pese a que los delincuentes intentaron callarlos tirándoles huesos con carne, según contaron las propias víctimas.

Un pasamontañas para cada uno les escondía las caras. Por sus voces se calcula que tendrían unos 40 años. Ambos fueron hasta las habitaciones para increpar a punta de pistola al matrimonio y su hijo.

“Mi esposo estaba inquieto por la situación. Cuando se fue a incorporar de la cama le empezaron a pegar. Se ve que le dieron con algo rígido, que no sabemos lo que era, pero que le dejó la cara lastimada”, relató la mujer en declaraciones a este diario.

Los golpes y amenazas continuaron todo el tiempo. A ella también la empujaron para infundirle miedo. Y la mayor preocupación de los delincuentes era que desde afuera alguien oyera los gritos cruzados y llamara al 911.

Por eso, la orden continua era que se callaran. Hasta el propio chico se encargaba de pedirles silencio a sus padres para apaciguar un poco a los asaltantes.

Pasaron así unos 20 minutos de tensión que nunca disminuyó. El ambiente recién empezó a descomprimirse un poco cuando los ladrones decidieron que ya tenían lo que buscaban.

“Por lo visto buscaban plata porque no se llevaron otra cosa más que los mil pesos que teníamos. Se equivocaron en venir acá porque nunca tenemos más que eso”, consideró la mujer, que pidió reserva de su identidad.

SOSPECHAS

El hecho de que tuvieran las caras tapadas le dio para pensar a las víctimas y a los policías que cubren la zona que los delincuentes serían del barrio.

De hecho, un vecino de la cuadra soltó que “es un grupo grande de ladrones que se van turnando para ir a meterse en las casa que eligen para robar”.

“Todos sabemos quienes son. Andan siempre de madrugada, se meten en los fondos y desde ahí entran en las casas. Constantemente hacen un desastre. A los chicos que andan por la calle también los cruzan y les sacan los celulares”, continuó esa fuente, que tampoco reveló su nombre por miedo.

Una imagen icónica de lo que fue el asalto de ayer a la madrugada fue el rostro hinchado de una de las víctimas. Por los golpazos que le propinaron, el jubilado terminó con la órbita de un ojo fracturada.

Luego del asalto debieron llevarlo a un hospital. Para hoy está previsto que continúe recibiendo tratamientos y estudian hacerle una cirugía estética.

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