Una ceremonia muy íntima y con una fuerte custodia policial

La gente acompañó en las calles, con el grito de justicia y aplausos

EL INGRESO AL CEMENTERIO NO ESTUVO PERMITIDO PARA LA PRENSA Y AL PÚBLICO EN GENERAL

Los restos del fiscal federal que investigó el atentado contra la AMIA, Alberto Nisman, fueron sepultados ayer al mediodía en el Cementerio Israelita de la localidad bonaerense de La Tablada, durante una ceremonia muy íntima y con un fuerte operativo policial aunque no se registró ningún incidente. En los alrededores del lugar, una gran cantidad de personas reclamó justicia, con la voz alzada y con carteles. También se sumaron al último adiós al funcionario judicial.

El cortejo fúnebre con los restos del fiscal llegó a las 11 al Cementerio Israelita de La Tablada, proveniente de una sala velatoria del barrio porteño de Núñez, donde sus familiares, dirigentes de la comunidad judía y otros, lo comenzaron a despedir al fiscal en un total ambiente íntimo. Afuera, tal como se publicó ayer, hubo tensión con la llegada de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

En medio de un fuerte operativo de la Policía Bonaerense, el vehículo con el féretro fue recibido con aplausos por un gran número de personas, algunas de las cuales portaban banderas nacionales, mientras que otras esgrimían carteles con consignas como “Justicia por el fiscal”, “Nisman somos todos” y “La verdad no muere”.

Entre los pocos políticos que asistieron a la ceremonia estuvieron los ministros de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro y de Cultura, Hernán Lombardi; los diputados nacionales Patricia Bullrich (PRO), Elisa Carrió (CC-ARI), Fernando Sánchez (CC-ARI) y Cornelia Schmidt-Liermann (PRO).

También participaron la embajadora de Israel en la Argentina, Dorit Shavit; los presidentes de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, la DAIA, Julio Schlosser y el representante del Congreso Judío Latinoamericano, Jack Terpins.

Fueron alrededor de 300 personas las autorizadas a participar de la ceremonia religiosa en el cementerio, al cual no tuvo acceso la prensa ni el público en general.

BRONCA Y TRISTEZA

“Siento bronca, tristeza, impunidad y mucha vergüenza por lo que se está haciendo en nuestro país”, dijo a la AP María Rosa Peirano, una vecina de la zona. Algunos cantaron el himno nacional y otros lloraron. “Estamos aquí en defensa del fiscal Nisman y contra su asesinato injusto”, dijo por su parte Lilia Mitre frente al cementerio.

Nisman recibió sepultura en el cementerio de La Tablada, junto a las tumbas de las 85 víctimas del atentado terrorista contra la AMIA, aún impune.

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