Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |dibujos y escritos sobre la piel

Tatuajes en todo el cuerpo, una moda que para muchos está al límite de la adicción

Las fotos que ayer se vieron de la hija de Marcelo Tinelli, que decidió tatuarse por completo, disparan un debate en torno a está práctica

18 de Noviembre de 2015 | 02:19

“Me encantan los tatuajes, son como una adicción”. La frase, dicha por Marcelo Tinelli hace poco, volvió a cobrar fuerza y sentido ayer, cuando su hija Candelaria subió a la web fotos con su nuevo tatoo realizado en Francia, a donde viajó en los últimos días para entregarse a un especialista en esto de grabarse la piel. La imagen la muestra con la espalda, la cola y las piernas completamente tatuadas, y la circulación de estas imágenes por las redes sociales no hizo más que disparar el debate y la polémica: ¿hay adicción a los tatuajes?

Veinte años atrás era impensado siquiera imaginarse la pregunta. Tatuarse era una excentricidad e incluso una moda un tanto marginal. Pero los tiempos cambiaron y la tendencia de dibujarse o escribirse la piel se popularizó al punto de ver personas con más del 80% de su cuerpo tatuado.

“Con los tatuajes pasa lo mismo que con las operaciones estéticas -dice Hernán Coretta, el famoso tatuador de las celebrities argentinas - viene alguien a tatuarse el brazo y después saca turno para tatuarse el otro. Y al tiempo me llama para la espalda, y las piernas, y ya no para hasta tener todo el cuerpo tatuado”.

Juan Eduardo Tessone, un psicoanalista que dedicó su especialidad a analizar a los tatuados, asegura por su parte que marcarse la piel de ese modo “es una forma de lenguaje, un deseo de ser identificado, de ser individualizado en una sociedad paradojalmente anonimizada”.

El propio Tinelli, como se dijo, lo admitió al mostrar con orgullo y felicidad el resultado de seis dolorosas sesiones de cinco horas: “Tatuarse es adictivo”.

Tanto tatuados como tatuadores coinciden en que la popularidad que han alcanzado los tatuajes de hoy respecto a los que se hacían en los años noventa pueden explicarse en parte con una palabra clave: arte. Hace dos décadas casi nadie se animaba decir que esos dibujos hechos en los subsuelos de alguna galería céntrica -sobre todo dibujos de calaveras y dragones- eran en realidad una obra de arte. Ahora los propios tatuadores y hasta sus convenciones son presentadas como un hecho artístico que logra plasmarse en la piel. El agradecimiento de Tinelli por Twitter (“gracias Hernán por tu arte”) es el mejor ejemplo.

No son pocos los especialistas que admiten que marcarse el cuerpo una y otra vez puede representar un proceso adictivo o, al menos, considerarse una evidencia de una clara personalidad adictiva. Por inocua que resulte, apuntan los expertos, la invasión que se le hace al cuerpo cuando se le aplica un tatuaje es muy clara: perforamos la piel miles de veces para introducir la tinta y eso tiene sus efectos en las endorfinas y adrenalina que se disparan.

Aunque sin cifras oficiales, algunos tatuadores de la Ciudad aseguran que en los últimos tres años la demanda para someterse a esta práctica milenaria (los antiguos pobladores de la Polinesia fueron los primeros en grabarse motivos en la piel en el 5000 antes de Cristo) se triplicó y entre ellos creció notablemente los que se animan por un dibujo que cubra buena parte del cuerpo.

“Hoy cada vez tenemos más pedidos para hacer dibujos en la cara -dice Rodrigo Ilone, un tatuador local que ya dejó su marca en la piel de varios músicos y futbolistas-. Es cierto que para muchos puede convertise en algo adictivo, porque les gusta como quedó lo que se hicieron y al tiempo vuelven para cubrir otra parte. Pero son gustos: también hay muchísimas personas que vienen a tatuarse, lo hacen, quedan muy conformes con el trabajo y después ya no vuelven a hacerse más nada”.

Si bien hace un tiempo era una práctica frecuente entre marineros y presos, la ilusión de verse la piel con un dibujo, un retrato, un nombre o una simple letra de origen lejano es moneda cada día más corriente en personas de todas las edades y de todos los estratos sociales. Pero para muchos, además, podría ser también el comienzo a una nueva adicción que se manifiesta a la vista de todos, en el propio cuerpo.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla