El “charme” francés en casa

Mantener un jardín a punto no es tarea fácil. La decoración de los espacios públicos nos puede servir de inspiración para manejar nuestros espacios verdes más próximos y la decoración paisajista francesa sabe mucho de ello

Francia, cuna de grandes perfumistas, tiene en sus flores y jardines la esencia de los componentes de fragancias exquisitas, un atractivo que aumenta al descubrir la variedad y la diferencia entre su preciado paisajismo.

Marie-Françoise Valéry nos hace un recorrido por los jardines de la Ile de France, Normandía y los de tipo zen que podemos contemplar en la Provenza o la Costa Azul, además del centro del país, en el libro “Los jardines en Francia” (editorial Taschen).

Las plantas típicas de cada región y la distribución de sus flores constituyen una manera muy particular de contar quién es quién en Francia, de transmitir el encanto que hay detrás de las plantas más sencillas, o de la distribución y profusión más sofisticada. Jardines para visitar en cualquier época del año sin que por ello pierdan su esplendor.

GUIA DE JARDINES Y VIAJES

“Es una obra de referencia para los aficionados a la naturaleza y los jardines y una guía original de viaje para aquellos que quieran visitar Francia”, descubre Valéry.

Los jardines míticos de Versalles comparten belleza con los de Le Désert de Retz, un jardín anglo-chino creado a finales del siglo XVIII . Los de Vaux Le Vicomte inspiraron, precisamente los de Versalles al rey Luis XIV (1638-1715). Una enorme corona preside una de las fuentes que rodean el palacio.

Los jardines míticos de Versalles, próximos a París, comparten belleza con los de Le Désert de Retz. Los de Vaux Le Vicomte inspiraron, precisamente los de Versalles al rey Luis XIV. Una enorme corona preside una de las fuentes que rodean el palacio

Si es un auténtico amante de las rosas, no pase por alto la rosaleda de Val-de-Merne en Haÿ-les-Roses, cerca de París, un lugar donde embriagarse con el aroma de todo tipo de rosas, desde las más comunes a las más desconocidas. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, cuando lo montó Jules Garvereaux, el gran coleccionista de rosas de la “belle epoque”.

UN SILVESTRE MUY ORGANIZADO

Salvaje, sin perder el arte, un jardín en Varengeville-sur-Mer, a unos 200 kilómetros al noroeste de la capital, creado alrededor de una granja donde, sin embargo, el refinamiento de su creador, Mark Brown, se percibe a lo largo de la fachada, donde las anémonas nos llevan de la tierra al mar y muy cerca se sitúan las gramíneas o las lilas, como si surgieran de un prado silvestre.

Al fondo, una hilera de manzanos nos dirige al que han denominado como jardín shakesperiano, porque contiene las plantas que el dramaturgo menciona en sus obras.

PLANTACIÓN DE BAMBÚ

Sorprende ver una plantación de bambú en plena Provenza, la región suroriental francesa, pero no es un capricho actual. La Bambouseraie de Prafrance nació en 1855, al poco tiempo de que su propietario, Eugène Mazel la adquiriera.

Apasionado por las plantas e importador de todo tipo de especies de origen asiático, no le costó adaptar a la tierra y al clima francés las plantas y flores que conseguía traer hasta Europa.

En plena Costa Azul francesa, Le Domaine du Rayol, nos da una nueva perspectiva sobre la variedad climática que permite que crezcan plantas muy variadas en ese país europeo

Después de la etapa de ruina que afectó a Mazel, pasó a manos de una entidad económica, hasta que Gaston Nègre rescató la propiedad y salvó la colección. Un hijo de éste la enriqueció y ahora la componen más de cien tipos de arbustos de bambú.

Toda una extensa saga familiar ha continuado su amor por estas plantas hasta que se incorporaron los bambúes gigantes, que enriquecen un área de jardín japonés, otro acuático y hasta un laberinto.

VEGETACIÓN MEDITERRANEA

En plena Costa Azul francesa, Le Domaine du Rayol, nos da una nueva perspectiva sobre la variedad climática que permite que crezcan plantas muy variadas en este país europeo.

Enclavada en una extensa finca, la vegetación mediterránea campa a su anchas gracias al paisajista Gilles Clément.

Ya en 1989 Le Domaine du Rayol pasó a manos del Conservatorio del Litoral. Sus días de gloria llegaron de la mano del empresario Alfred Théodore Courmes, que construyó su residencia en torno al jardín magnífico desde el que se domina el mar.

Sorprende ver una plantación de bambú en plena Provenza, pero no es un capricho actual. La Bambouseraie de Prafrance nació en 1855

Allí pervive una asociación de vegetación natural, que proviene de países lejanos, pero todos de clima mediterráneo.

Existen eucaliptos que evocan a Australia, las aloeveras a África austral, mientras que otras plantas provienen de Chile, Nueva Zelanda o California.

Todo un alarde vegetal que aumenta la perspectiva de un viaje por la variopinta Francia y sus jardines.

Costa Azul
Luis XIV

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