Alarma en el San Vicente de Paul por cuarenta alumnos intoxicados

En el colegio San Vicente de Paul investigan cuál fue el origen de la presunta intoxicación de más de 40 alumnos de la escuela primaria que ayer fueron retirados por sus padres en horas del mediodía. La preocupación generó que para hoy se suspendieran las clases por trabajos de desinfección, luego de que intervinieron en el caso la dirección de Educación y el ministerio de Salud bonaerenses para tomar muestras de los alimentos que se consumieron en los últimos días.

De los 715 alumnos que concurren al colegio de 43 y diagonal 80 -donde los chicos tienen jornada extendida-, 200 fueron retirados por sus padres, según informó la representante legal del colegio, Amelia Ruppel. No todos estaban descompuestos, pero las autoridades del colegio no tienen la precisión de cuántos chicos fueron llevados por sus padres, tíos o abuelos, luego de que se iniciaran cadenas de mensajes en distintos grupos de WhatsApp. Cómo se llegó al dato de los 40 estudiantes afectados: a través de los testimonios de los padres que coincidieron en esa cifra.

El hall de entrada de la escuela primaria, sobre la calle 43, fue un “hervidero” desde las 12.30 a las 14. En ese plazo llegó el grueso de los familiares de los alumnos. Algunos fueron convocados por la propia escuela, pero la mayoría llegó por la cadena de mensajes que tejieron los padres en un racimo de minutos con versiones de toda clase, a tal punto que varios llegaron con claros gestos de preocupación.

En la antesala del colegio, donde una portera pugnaba por dar respuesta a las preguntas de decenas de padres, estaba pegado el menú de la semana con la firma de una nutricionista matriculada. Ayer los estudiantes comieron empanada de jamón y queso, y cazuela de pollo y verdura y sobre la marcha cambiaron el helado de crema por manzanas; el martes les tocó arroz con atún y tarta de verdura y queso, con flan de postre, mientras que el lunes comieron souflé de queso y un bife con puré mixto. Sobre estos platos y el agua se puso la mirada de los especialistas de la cartera sanitaria.

Hubo decenas de chicos de tercero a sexto grado que tuvieron severos cuadros de diarrea y algunos también vomitaron.

200 ALUMNOS RETIRADOS

La representante legal del colegio, dijo a este diario que “40 chicos habían llegado con un pedido de los padres para que coman arroz, porque tenían algún síntoma. Los primeros que se retiraron por cuadros de descompostura fueron cinco alumnos, pasadas las 10, y luego comenzaron a llegar los padres para retirar en forma masiva. Antes de hora se retiraron 200 estudiantes”.

“La cantidad exacta de estudiantes descompuestos la vamos a tener en los próximos días con los certificados que envíen los padres cuando cada médico particular les otorgue el alta para regresar a las actividades escolares”, agregó Ruppel.

El servicio de emergencias contratado por el colegio atendió a “tres chicos”, dijo la misma directiva, pero según pudo observar este diario muchos chicos fueron retirados por sus padres para que fueran atendidos por sus pediatras particulares.

“Si bien ya se hizo un trabajo de desinfección en el colegio antes de empezar el ciclo lectivo, ahora se hace otra vez para extremar los cuidados y brindar tranquilidad a los padres”, explicó Rupell sobre el operativo que se realizará hoy, tan sólo 10 días después de la primera limpieza integral de los tanques de agua del colegio.

El equipo directivo y los docentes, ni bien comenzó la escalada de chicos descompuestos, preguntaron a los alumnos si habían consumido algo en los últimos días, fuera de la escuela, que pudiera haber generado algún malestar hepático.

Edgardo Ferrari, tío de un alumno del colegio, dijo que “siento bronca que haya que pasar por esta situación. Además, muchos padres de chicos descompuestos no fueron llamados por la escuela, se enteraron por otros padres. Habrá que ver cuáles serán los pasos a seguir para que esto no vuelva a ocurrir”.

Según Ruppel, “el comedor no está concesionado, los productos se elaboran en el día, y si queda alguna partida de comida se lleva a hogares comunitarios o a Cáritas. De todos modos, ya vinieron inspectoras de Educación de la Provincia, personal del ministerio de Salud, se tomaron muestras de distintos alimentos y ahora se aguarda por los resultados. En principio, el viernes vuelven las actividades a la normalidad”.

Se pudo saber que la Oficina de Alimentos del Ministerio de Salud bonaerense estuvo en el colegio durante la tarde, tomando muestras de lo que comieron los chicos y comenzaron con los análisis correspondientes al cierre de esta edición.

Los alumnos de la primaria y del jardín de infantes tienen el mismo menú y en total suman más de 1.000 estudiantes. Comen en tres turnos (a las 11, a las 12 y a las 13) y los primeros son los más chicos.