Un matrimonio vivió una odisea por una entradera en su casa

Cuando en los últimos minutos del viernes el propietario de una vivienda de 41 entre 25 y 26 llegaba a su casa, tomó la misma precaución que de costumbre: dar una vuelta manzana para cerciorarse de que no hubiera ningún extraño en la calle.

Recién cuando comprobó que afuera estaba todo normal, subió su coche a la vereda, bajó y abrió el garaje para guardarlo.

Sin embargo, ese hábito que tantos platenses adoptaron en el último tiempo, no alcanzó esta vez para impedir lo que pretendía evitar: que ladrones irrumpieran en el domicilio.

“PERDISTE, METETE ADENTRO”

En la tarde de ayer, sin poder creer aún el pésimo momento que debió afrontar allí junto a su esposa, Néstor (59) contó a este diario los detalles del asalto: “Ya había estacionado el auto en el garaje y sólo me faltaba cerrar el portón de entrada”, recordó.

Pero antes de que lo hiciera, llegaron corriendo dos delincuentes de entre 20 y 30 años, ambos armados.

“Uno de ellos, mientras me apuntaba, me dijo `perdiste, metete adentro` y entraron detrás mío”, reveló.

El hombre contó luego que “me hicieron ir hasta el dormitorio, donde estaba mi señora. Y a cada instante pedían saber dónde había plata, que era lo que más les importaba”.

Enseguida citó que “nos dieron vuelta el dormitorio y también revisaron toda la casa”.

Al ser consultado sobre las cosas que se llevaron los ladrones, que estaban a cara descubierta, Néstor detalló que “nos sacaron un monto importante de dinero, joyas, un televisor, dos notebooks, dos celulares, mucha ropa y varias cosas más”.

Néstor estimó que los ladrones “habrán estado acá 15 minutos” y rescató que “al menos no nos pegaron ni nos ataron. Y no eran muy agresivos tampoco en su forma de hablarnos”.

Comentó también que si los asaltantes no permanecieron más tiempo en la casa fue porque su esposa les dijo que en cualquier momento iba a llegar una hija del matrimonio.

Es más, “nuestra hija llamó por teléfono para decirnos que estaba por llegar, porque le habíamos encargado que pasara por una pizzería”, agregó Néstor.

Como los intrusos “sabían que podía ser ella, cuando sonó el teléfono nos dijeron que pongamos alguna excusa para que se demorara un poco”, indicó la víctima.

Por último, Néstor mencionó que “ya van tres robos que sufrimos en esta casa”, aunque ninguno había sido como éste. Cuando los ladrones se fueron, el matrimonio llamó al 911.