Tras una década de silencio, resuenan las campanas en 115 y 530
| 5 de Julio de 2015 | 01:19
La comunidad de Tolosa se movilizó y logró que tras más de una década de silencio vuelvan a escucharse las campanas de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de 115 entre 530 y 531. Repararon el sistema que permite que vuelvan a funcionar desde la torre más alta de la localidad y también pusieron en hora el reloj.
A su vez, comenzaron con el proceso de protección del campanario. Se hizo una limpieza que permitió liberar de palomas muertas y guano ese espacio en altura, lo que dificultó el funcionamiento de las campanas y del reloj, ya que el óxido y los desechos habían hecho estragos con los dispositivos que permiten hacer sonar las campanas.
Mariano Alvarez Abregú, ex alumno del colegio Nuestra Señora del Carmen, y vecino de Tolosa se puso en contacto con el párroco Julio Veliche quien había expresado su inquietud para que las campanas vuelvan a sonar en Tolosa y reparar el reloj. Alvarez Abregú se contactó con Martín Islas, quien es electricista, padre de alumnas del colegio y entusiasta vecino que se sumó a la travesía que tuvo final feliz.
Islas encontró las fallas en el campanario y en el reloj. Sobre el primero, dio con una pieza que estaba destruida y entonces buscó por la Ciudad y al no encontrarla terminó encontrando el repuesto en Capital Federal, por la que tuvo un fuerte gasto para adquirirla. Se trató de un electroimán que estaba fundido y oxidado, que tuvo que ser renovado para que el campanario vuelva a funcionar.
Y para el reloj faltaba una batería que consiguió otro vecino, Carlos “Mumy” Gimelli.
De esta forma, las campanas y el reloj volvieron a funcionar correctamente, entre las 8 y las 20: a las 8 suena esa cantidad de veces y a las 20, la campanada final llega e esa cifra también, indicaron en el templo.
“Se movilizó la comunidad y logró cumplir el objetivo del padre Veliche, que quería volver a escuchar las campanadas, anhelo que los fieles le habían comentado al sacerdote.
Ahora resta una profunda limpieza del campanario. Allí encontraron una capa de más de 5 centímetros de guano (desecho de las aves), 30 palomas muertas, ventanales destruidos y un panorama desalentador.
La primera etapa de limpieza fuerte la hicieron, con equipos especiales y utilizando trajes que se parecen a los que usan los astronautas para protegerse de ese inmenso foco infeccioso. También colocaron las primeras protecciones en las aberturas para disminuir el riesgo de que las palomas vuelvan a dañar los vidrios y ahora están programando una limpieza integral del sector.
“También está entre los planes iluminar de manera especial a la Virgen para que la gente que llega a la Ciudad pueda encontrarse con esa primera imagen, anunciando que está llegando a La Plata”, contó, entusiasmado, Alvarez Abregú.
La comunidad de la parroquia de Tolosa está muy movilizada por estas semanas, ya que el próximo 16 de julio se celebrarán las fiestas patronales en el templo y para septiembre está la posibilidad de traer los restos del padre José Santolín a la iglesia de 115 entre 530 y 531 al cumplirse el décimo aniversario de su fallecimiento.
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