La gente dijo presente y todo fue aplausos y emoción para Maxi

Por WALTER EPISCOPO
COMENTARIO

“Gracias... Muchas gracias a todos... Soñaba con esto” , escribió en su computadora personal un emocionadísimo Maximiliano Kondratiuk . Las lágrimas no paraban de salir de sus ojos mientras sus inseparables hermanas se las secaban. “Estuvo muy ansioso toda la semana” , comentaba Vanesa , una de sus hermanas. Su hijo Santino de 5 años, sus familiares y amigos más cercanos no se separaron ni un instante. Todos le pedían fotos y cuando desde las tribunas brotaba el “olé, olé, olé, olé, Maxi, Maxi” , las lágrimas otra vez.

Cerca de nueve mil entradas vendidas en una jornada soleada en 60 y 118. La gente ingresando rápido para no perderse detalle, porque fue una tarde de emociones, reencuentros, abrazos... miles de abrazos y ojos húmedos. En vestuarios eran charlas interminables de viejos conocidos. En esa previa todo era ansiedad, el empresario Guillermo Marín quien montó el evento se mostraba sonriente, “sinceramente estoy muy feliz por la respuesta de la gente, muy contento” , decía al pasar.

La dirigencia mens sana también con Daniel Onofri a la cabeza estuvo, como los empleados trabajando para un partido normal.

Todo empezó con un cuadro de baile de Valeria Archimó , posteriormente llegó el momento del fútbol. Tras las presentaciones de cada jugador, cuando los conductores Julián Weich y Andrés Pagani lo nombraron y Maxi ingresó al campo siendo llevado por la familia en su silla de ruedas, el reloj marcaba las 17:10 y por varios minutos se sostuvo un aplauso estremecedor.

El partido fue una linda excusa para ver a ex jugadores Triperos otra vez juntos. El actual equipo del Lobo que contó entre sus titulares a Troglio , se midió ante un combinado de ex albiazules, más Ruggeri , Francéscoli y amigos de Maxi .

Hubo goles, risas, lindas jugadas y humoradas entre los futbolistas que divirtieron a los presentes. En el entretiempo la voz de una niña que se sumó al festejo cantando “Color Esperanza” en la mitad del campo.

Partido sin canilleras debajo de las medias, con lujos y hasta aplausos para los árbitros Fernando Rapallini y Mauro Vigliano que se sumaron a la movida solidaria.

Muy buenos recibimientos para dos glorias como el Cabezón Ruggeri y el Príncipe Francéscoli que no se quisieron perder la fiesta. Tampoco se la perdió el Mellizo Gustavo , que también tenía una celebración muy especial de Racing en Avellaneda, pero eligió estar en el Bosque.

Tras finalizar el juego y ya con la noche sobre el Bosque, hubo en una pantalla gigante un video muy emotivo para Maximiliano con saludos de familiares y gente del mundo del fútbol, que terminó con el cantito de toda la cancha, “tiene aguante y Maxi tiene aguante” .

Muchísimas fotos y el ex defensor saludando con sus manos a todos, como queriendo abrazarse con cada uno, y la impresionante voz de la cantante lírica Gabriela Pochinki entonando el tema “Honrar la vida”, que justamente era el slogan de este evento a beneficio, y un cierre con fuegos artificiales que iluminó el cielo.

Maxi se llevó las camisetas y la pelota del partido firmadas por ambos equipos como recuerdo, pero sobre todo, el apoyo y el amor de mucha gente que dijo presente o de alguna forma colaboró para que todo saliera bien y se fueran felices del Estadio. Más allá de la ayuda económica, las muestras de cariño fueron una caricia para él, la gente respondió y la solidaridad dijo presente. En buena hora.