Aliados de Arabia Saudita se alejan de Irán y crece la disputa

Arabia Saudita fue respaldada ayer por sus aliados sunitas en una creciente disputa diplomática con Irán, un conflicto que marca una profundización de las divisiones sectarias en todo Medio Oriente tras la ejecución de un prominente clérigo chiita por parte de Riad. Bahrein y Sudán anunciaron la suspensión de todos sus lazos con Irán, siguiendo la decisión tomada por Riad el día anterior. El canciller saudita, Adel al-Jubeir, anunció que su país cortará el tráfico aéreo y las relaciones comerciales con su rival chiita. El canciller culpó a las “políticas agresivas” de Irán de la medida diplomática, en alusión a los años de tensiones que llegaron a un punto crítico el sábado, cuando manifestantes iraníes asaltaron la embajada saudita en Teherán.

Emiratos Arabes Unidos (EAU), hogar de cientos de miles de iraníes, disminuyó parcialmente el nivel de sus lazos con la república islámica, pero los otros países árabes del Golfo -Kuwait, Qatar y Omán- se mantienen por ahora al margen de la disputa. Irán acusó ayer a Arabia Saudita de utilizar el ataque a su embajada como una “excusa” para romper relaciones y ahondar las tensiones sectarias, después de que chiitas en varias partes del mundo condenaran la ejecución del clérigo Nimr al-Nimr por orden del gobierno árabe de Riad. El domingo, un hombre fue abatido a tiros en la Provincia Oriental de Arabia Saudita, en respuesta a una emboscada armada contra efectivos de seguridad locales.

China, un importante importador de petróleo, declaró estar “muy preocupada” por los hechos. EE UU y Alemania pidieron mesura, mientras que Rusia se ofreció para mediar y ayudar a poner fin a la disputa. La ONU llamó a frenar la escalada de tensiones. Arabia Saudita ejecutó a Nimr y a otros tres chiitas acusados de terrorismo, junto a decenas de yihadistas sunitas. Irán declaró que el religioso chiita era un “mártir” y advirtió a la familia gobernante Al Saud sobre una “venganza divina”.