Esas antiguas canciones sin edad

Seis años después de un debut que sonó a revelación para muchos de los que descubrieron su eclecticismo bucólico y su mística pastoral, Mermel -”nom de plume” de Uriel Fernández- vuelve al ruedo con “Las viejas canciones del Universo”.

Editado de manera independiente, el disco cuenta con arte de tapa de Angélica Bernardi y fue producido por Juan Ravioli y el propio Fernández. Grabado por Nahuel y Damián Martorelli en Vikingo (Ciudad Evita), Del Naranjo (La Plata) y La Cocina de Bety (capital federal), fue mezclado por Muro Taranto y masterizado por Juan “Cana” San Martín en su laboratorio Astor Mastering.

El álbum, que será presentado esta noche en nuestra ciudad, incluye nueve canciones (“Ser galáctico”, “Sanar”, “Serpiente veneno”, “Te quiero”, “Pétalos”, “Juanita”, “Campo”, “Fuerza del árbol” y “Encantador”) que entrelazan el folklore norteño con la austeridad pampera y la espiritualidad de las religiones asiáticas. Sonidos espaciales, letras simples, directas y poéticas.

“Después del ‘Primer manifiesto Mermel’ comenzamos con la gestación de las nuevas canciones, que por cuestiones de tiempos, distancias y rearmado de la banda se editaron recién ahora, con la formación estable en La Plata” explica Fernández: “en lo musical se mantiene cierta esencia, aires de rock, folk y pop psicodélico con tintes de los años ‘60, donde siempre prevalece la canción y la impronta de una poesía simple”.

“La temática de las letras es bastante romántica”, admite el autor, “se le habla mucho al amor, desde adentro y desde afuera, y tal como en el primer disco las letras mantienen algo espiritual, ancestral... Son sencillas, pero si se leen con atención, pareciera que las palabras que aparecen desde el 1800 en adelante no existieran”.