Para Trump, los sondeos que no lo favorecen son inventados

El candidato presidencial republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, inició ayer un maratón para ganar en el estado decisivo de Florida, mientras la demócrata Hillary Clinton se dio el lujo de hacer campaña por una aspirante al Senado y poner el acelerador en la formación de un equipo de transición.

Trump tuvo en la jornada cinco eventos de campaña consecutivos en Florida, un estado que debe ganar si quiere llegar a la Presidencia.

Justo en el día en que comenzó el voto presencial anticipado en Florida, el magnate neoyorquino se mostró confiado en recortar la ventaja de cerca de 4 puntos que tiene Clinton en ese estado.

Desde el domingo, Trump no hace otra cosa que subirse a su avión, abordar su helicóptero, dar mítines y volver a volar para el siguiente evento de campaña, mientras que -muchos dicen que demasiado tarde- sus oficinas sobre el terreno intentan movilizar a votantes conservadores e indecisos de Florida.

“(Los medios) están enseñando encuestas falseadas,inventadas, que tienen un gran peso de los demócratas. Pero en las encuestas que han sido rigurosas durante años vamos ganando”, opinó Trump en una mesa redonda con agricultores en Boynton Beach.

Trump se hizo eco ayer en Twitter de un sondeo a nivel nacional de Rasmussen Reports que le da 43% de intención de voto, frente al 41% de Hillary, dentro del margen de error de la encuesta.

Los sondeos que Trump no comparte en sus redes sociales son los que, como el último de la CNN, dan a Clinton una ventaja a nivel nacional de cinco puntos o la media de encuestas de RealClearPolitics, que sitúa la ventaja de la demócrata en 5,5 puntos, ligeramente por debajo de semanas previas.

Trump sigue acusando a los medios de ser parte de un sistema “amañado” dedicado a evitar que él llegue a la Casa Blanca y aseguró que dará la sorpresa y se adjudicará estados como Florida y Ohio que, siempre que no pierda plazas tradicionalmente republicanas, le pueden dar la victoria electoral el 8 de noviembre.

“Vamos a arreglar un sistema roto, amañado y corrupto”, repitió el empresario inmobiliario en sus intervenciones en Florida, que se suman a sus declaraciones de que se reserva el derecho a no aceptar el resultado de las elecciones, algo que puede desencadenar una grave crisis institucional en EE UU.

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