Perdió todo en el Minella

     El partido con Banfield se empezó a perder en el mismo momento en que Licht, en lugar de apoyar la pelota para el tiro libre, empujó a Ascacibar. El semestre se tiró a la basura cuando ante el incidente Rasic-Damonte, fueron más jugadores a pegar que a separar. Y ahora, perder con Banfield es "que desastre", el equipo diezmado "la excusa de Troglio" y el horrible inicio de torneo -porque es difícil que las cosas salgan bien con ¡9! menos- el preanuncio del final de ciclo.

                                                                         Foto Letra G (Víctor Díaz)
     Ahora que Oreja y Licht jugaron mal, se pide su salida. ¡No! Tienen que volver jugadores, no seguir saliendo. La responsabilidad es de los que están afuera, no de los que entran a la cancha. Llámese Licht o D'Angelo, el problema no está acá. Está en no pensar, en no saber el reglamento, en no darse cuenta de que el cambio del fútbol estaba esperando que alguien pusiera la cabeza en la "guillotina". Y apareció Gimnasia. Qué quede claro, con todos sus jugadores perfectamente sancionados. Y faltaron muchos más. De Gimnasia y de Estudiantes.
     Después viene lo otro. La rosca, el garrotazo en AFA para Gimnasia, Aprevide (la agencia de prevención que jamás previene), la diferenciación, las sanciones internas consensuadas, el trabajo psicopedagógico pero al mismo tiempo hay que salir a buscar amistosos porque la propia AFA brinda el camino legal para morigerar la sanción. Entonces nos rasgamos las vestiduras pero que Mazzola juegue el clásico. O Andújar en Estudiantes. HIPOCRESÍA. Entonces, es preferible decir que todo fue un desastre, un garrón, que no va a volver a pasar pero puede pasar de nuevo a la vuelta de la esquina que salir a donar plata, contar cuentos o ir a una copa de leche. O mejor, vamos todos seguido a donar a los hospitales, hogares o copas de leche. Pero no después de las piñas. No siempre. Seguido. Como lo hacen muchos protagonistas del fútbol platense que no necesitan parecer buenos tipós porque lo son.
     A este equipo de Gimnasia -que no tiene a Coronel, ¡Rinaudo!, Brum (sí, los dos "5"), Meza, Mendoza, García, Medina, ¡Mazzola!, Rasic (sí, los dos "9")- no se le puede pedir demasiado. Más si cuando a última hora se deciden a traer a un jugador por las sanciones y se rompe todo antes de la media hora del debut (¡Fuerza Jorge Valdez Chamorro!). Entonces, con debuts de pibes -Perdomo y Noble-, con nuevos titulares que no lo hubiesen sido en condiciones normales -Romero, Castillón, el mismo Valdez-, con el debut de una ¿apuesta? del ascenso, sin rodaje...así es imposible. Y van a costar hasta Patronato y Olimpo, de local. Ni hablar Sarmiento de visitante. La verdad, poco puede esperarse del semestre. Y no es excusa, es una realidad.
     Y si Troglio se tiene que ir, se irá. Eso sí, después de cuatro años y medio de sacarle vino a las piedras (no de hacer limonada con limones) y con la seguridad de que después estos "cansancios" y "desgastes" de la gente se pagan, como cuando a Griguol le decían "caprichoso", "cagón" y el triperío estaba harto de los subcampeonatos. Y así cumplieron, porque salvo excepciones (el por algunos sobrevalorado Ramacciotti, el mismo Troglio) se dejó de salir segundo, y de salir tercero, y de salir quinto, y de salir decimosegundo...y el tobogán paró en Puerto Madryn.
     No pensar sale caro. Costó este semestre. Y tal vez sea más caro aún. Mientras algunos mostraban banderas de Estudiantes y "pegue Lobo pegue"...

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