Berenjena
| 21 de Marzo de 2016 | 01:40

Tan tradicionales en las habitaciones de las niñas, los colores que van del rosa claro al violeta más radiante toman esta temporada su tinte más intenso para dar vitalidad a toda la casa. Como si reventara una frambuesa o los arándanos explotaran en sus manos, así se tiñen los espacios de su entorno.
El violeta se ha considerado durante mucho tiempo un color difícil de combinar y poco recomendado en decoración. Sin embargo, hoy en día esta tonalidad forma parte de los que están más de moda. Esta mezcla sutil entre azul y rojo forma parte de una paleta de colores que crean ambientes originales y muy actuales.
Los frutos del bosque y las flores entran a raudales para alimentar textiles, paredes y suelos con alfombras rosa chicle. De una manera sutil, tonos como el lavanda y el morado irradian comodidad e intimidad en los dormitorios. Los berenjena son sinónimo de elegancia y más si los combina con acierto con materiales más brillantes en plata o cristal, en mesas o lámparas.
Los expertos aseguran que este año está marcado por el regreso del color a la casa, pero de forma armoniosa y equilibrada, donde los contrastes y combinaciones se construyen de una forma sutil.
Interioristas describen este tipo de gama cromática como “voluptuosa”, capaz de crear habitaciones con un estilo muy singular si nos decidimos a colorear nuestras paredes con este tono.
Por eso, recomiendan estar abierto a todo tipo de propuestas. El comedor más elegante puede estar decorado con un rosa violeta en la pared del fondo, combinado con clásicos suelos en madera y una mesa de comedor, en un gris oscuro a juego con el tapizado de las sillas.
SIEMPRE VIOLETA
A la hora de renovar o embellecer un ambiente se piensa en el violeta y su amplio espectro de tonalidades que van desde el lila hasta el morado o el púrpura.
Se trata de un color secundario, es decir, formado por dos primarios: el rojo y el azul. Por eso, si tiene la misma cantidad de rojo que de azul en su composición se podría hablar de un violeta puro aunque si la proporción de pigmento rojo es mayor tenderá al lila y a los rosados; llegando hasta los morados, las tonalidades preferidas por las niñas y las adolescentes románticas. Si prevalece el pigmento azul, obtendremos tonalidades más frías, azuladas.
Con el amarillo funcionará muy bien ya que es su opuesto complementario. Es tono usado en pequeños detalles, por ejemplo, ayudará a iluminar el conjunto creando puntos de interés, generando por medio del contraste sensaciones vibrantes. Si lo que procuramos es dar una atmósfera de calma y sosiego es aconsejable combinarlo con tonos más neutros como beige, blanco o verdes claros.
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