Cristina presentó un escrito, evitó responder preguntas y recusó a Bonadio

La ex presidenta dijo que la causa por la que fue citada fue "plantada" para que la detuvieran

La ex presidenta Cristina Kirchner recusó hoy al juez federal Claudio Bonadio por considerar que cometió el delito de "prevaricato" al llamarla a declaración indagatoria y denunció la intención del Gobierno de "plantar" una causa con su "colaboración imprescindible" para que la detengan.

Durante su paso por aproximadamente una hora frente al magistrado en la audiencia, la ex jefa de Estado presentó la recusación, entregó un escrito de descargo con críticas al juez y pronunció un corto alegato de tono político, pero se negó a responder preguntas del tribunal, según informaron fuentes judiciales.

Hasta el mediodía no se sabía en los tribunales si el juez Bonadio aceptará o rechazará la recusación en la causa que instruye por supuesto "fraude" en las operaciones de ventas de dólar a futuro por parte del Banco Central.

"Esta hipótesis de asociación ilícita, construida capciosamente por el magistrado, es otra muestra de la arbitrariedad con que ha procedido y revela además la intención del Gobierno con la colaboración imprescindible del Poder Judicial de 'plantar', a quien suscribe, una causa penal que me prive de la libertad", señaló en el  escrito. Y completó: "no les tengo miedo. Afrontaré este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme. Fue decisión explicitada públicamente no tener fueros que me hubieran colocado en una posición de privilegio en relación a la de cualquier otro ciudadano".

La ex jefa de Estado ingresó a los Tribunales antes de las 10hs. y en su trayecto por el edificio saludó con la mano a simpatizantes (entre los cuales había varios empleados judiciales) tirando besos a la distancia y tocándose el pecho con el puño cerrado hasta entrar al despacho de Bonadio. La acompañaron en el juzgado su abogado defensor, Carlos Alberto Beraldi, más el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, quien la asesora, y el ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, mientras en los pasillos del edificio de Comodoro Py se oían los gritos de la multitud agolpada frente a la sede judicial.

Cristina cuestionó que el juez la haya citado a declaración indagatoria "cuando no existe ninguna mención, y mucho menos imputación en mi contra, ni en la denuncia efectuada por los legisladores oficialistas (Mario) Negri y (Federico) Pinedo, ni tampoco por parte del fiscal interviniente o que surja, al menos, de la prueba recibida".

A su entender, "los elementos de convicción" que mostró el juez en la citación a indagatoria "es un prevaricato de Vuestra Señoría" y consideró que esa resolución "resulta contraria a la ley y fundada en hechos absolutamente falsos".

Con respecto a las ventas de "dólar a futuro", aseguró que "fueron llevadas a cabo legítimamente por las autoridades del Banco Central" y reivindicó que se buscó proteger "el valor de la moneda, ya que su depreciación produciría los efectos más desfavorables sobre la actividad económica".

La ex mandataria agregó que "una falsa denuncia" dio inicio a esta causa y acusó a Bonadio de haber hecho preguntas "inquisidoras" a los otros imputados, le recordó su paso por el menemismo "con muy poco éxito" y le enrostró un "grado de incompetencia" como juez.

En el tramo más político de su escrito, comparó su situación de imputada en la justicia con Hipólito Yrigoyen y Juan Perón al señalar que "las autoridades que lo sucedieron utilizaron en forma sistemática la descalificación (…) atribuyéndoles delitos, siempre vinculados con abusos de poder, corrupción generalizada y bienes mal habidos".

"Una vez más la historia se repite y el pasado vuelve a atrapar a los argentinos" disparó y enumeró: "el endeudamiento, devaluación, despidos, persecuciones políticas, tarifazos en servicios públicos esenciales e indispensables, estampidas imparables de precios, comercios cerrados, industrias en crisis, censura y cercenamiento a la libertad de expresión, son sólo algunas de las calamidades que el nuevo Gobierno ha provocado en apenas 120 días".

Fernández manifestó que "el Plan de Ajuste y Miseria vuelve a requerir una vez más, de la difamación y la calumnia para su implementación, bajo el mismo pretexto de que los dirigentes que defendieron y defienden los intereses populares y nacionales son corruptos sin remedio". Y sin mencionar explícitamente el apellido Macri, expresó que "quienes se quieren presentar ante los argentinos como cruzados contra la corrupción, son los mismos que durante los '80 y los '90 formaron parte de la "Patria Contratista".

El apellido presidencial, añadió, "estuvo indisolublemente ligado a escándalos y negociados con el Estado, ubicación de gerentes y directivos de sus empresas en puestos claves del Gobierno, pasando por el contrabando de autos con sociedades offshore".

Al respecto comentó que se trata de "un escándalo global sin precedentes que trata de ser ocultado, sin conseguirlo, con el remanido recurso de denuncias y despliegue de mediáticas acciones judiciales".

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