El sueño de aquel pibe, cerca de hacerse realidad
| 12 de Junio de 2016 | 01:08

Por WALTER EPISCOPO
INFORME
El regreso de Sebastián Romero, está muy cerca de concretarse. Pero esta vez es en serio. Tiempo atrás solo era el deseo de la gente, pero ahora la dirigencia ya dio el primer paso y se reunió con el futbolista para ofrecerle volver a ponerse la camiseta que tanto ama. La que se puso cuando tenía no más de 5 ó 6 años y se le pegó a la piel para siempre, como a sus hermanos Cristian y Pablo, quienes también supieron pasar por las divisiones juveniles Triperas.
Los Romero siguen en el Lobo, porque Tomás (hijo de Chirola) juega en la Sexta División; porque Pablo desde hace años está trabajando en juveniles; y Joaquín (hijo de Cristian) juega en Pre-Novena. En cada partido de Gimnasia, la familia dice presente en 60 y 118. Solamente falta el regreso de Chiro.
Y después de mucho tiempo Romero realmente e íntimamente siente que lo quieren, y por eso desea volver y cumplir con el sueño recurrente que tuvo desde que se fue en 2010, de retirarse con la azul y blanca. Muchas veces lo vio lejos, hasta hace solo unos meses prácticamente imposible, pero en las últimas horas lo siente cerca, cada vez más cerca...
Romero, de 38 años (los cumplió el 27 de abril), se siente muy bien, “hasta los 40 juega seguro, olvidate”, dicen en su entorno, pero el propio Sebastián no quiere apresurarse, y de cerrarse el acuerdo para su tercera etapa en el Lobo sería por un año. “Después vemos”, le dice a sus íntimos. Lo que está claro, es que si vuelve, es para no irse nunca más y retirarse en el Bosque. Lleva 20 años de carrera profesional (debutó en Gimnasia a fines de 1996) y quiere darle al Club del cual es hincha, sus últimas energías como futbolista.
La reunión celebrada el viernes por la noche en la casa del gerente deportivo, Ricardo Rezza, fue altamente positiva. Allí el presidente Daniel Onofri, Rezza y Chirola hablaron durante dos horas y todo giró en torno a Gimnasia. Se hablaron temas futbolísticos y extrafutbolísticos también, que le interesan a Romero, quien ha sabido colaborar en silencio con juveniles por ejemplo. Las charlas con Rezza (son vecinos) en los últimos tiempos le han dado ganas de volver para dar todo lo que pueda.
Romero, de 38 años, se siente muy bien, “hasta los 40 juega seguro, olvidate”, dicen en su entorno, pero el propio Sebastián no quiere apresurarse para cerrar su regreso al Lobo
Está empapado del fútbol juvenil ya que tiene muchos amigos y ex compañeros trabajando allí y cada vez que puede se da una vuelta, por lo que se lo puede encontrar detrás del alambrado mirando a la categoría de su hijo. Y ayer no fue la excepción, Chirola estuvo por la tarde en Abasto viendo a la Sexta División frente a Temperley.
Por último quedará hablar de su vínculo, de alguna deuda del pasado, y por ello en los próximos días habrá una nueva reunión entre las partes para buscar sellar el acuerdo, y que el lunes 20 de junio cuando el plantel regrese a los entrenamientos, esté a las órdenes de Gustavo Alfaro. Y después sí, solo pensar en volver a escuchar el “Chirooola, Chirooola” en la que considera su casa, ni más ni menos que el Bosque.
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