“Tour de force” de Pepe Monje

Por Irene Bianchi

“Patova”, de Alfredo Megna. Actuación: José “Pepe” Monje. Diseño del espacio: Sabrina López Hovhannessian. Vestuario: Mecha Uría. Música original: Sergio Vainikoff. Fotografía: Nahuel Lamoglia, Gloria Olivero. Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia. Asistencia de Dirección: Mauro J. Pérez. Dirección: Eduardo Lamoglia. Producción ejecutiva: Pablo Silva. Producción general: Daniel Dee Producciones. Teatro La Nonna.

“Creo que me peleé con el actor, y está bien que de vez en cuando uno entre en crisis y resetee todo tipo de información, poniendo su orgullo en el lugar que corresponde”, dijo Pepe Monje al ser entrevistado por este diario, a punto de desembarcar con su unipersonal en La Plata. Tras ver el espectáculo en el escenario de La Nonna, se agradece profundamente que Monje se haya “reconciliado” con el actorazo que lleva dentro.

Frente a una platea que merecía estar colmada, Monje se multiplicó en una serie de personajes oscuros, turbios, de avería, desangelados, desahuciados. Les prestó el cuerpo, la voz, su expresividad, metamorfoseándose sutilmente, sin alardes, con mínimos gestos, giros, pausas, miradas, silencios y alaridos.

Hay un relator formal, atildado, articulado, que da paso a “Sopa”, el protagonista, ex combatiente de Malvinas, quien va pergeñando meticulosamente un plan heroico para recuperar esas islas, donde se topó cara a cara con la muerte. Islas, piensa él, que pronto estarán a la deriva, porque los caídos corroen sus raíces sin prisa y sin pausa. En ese momento, Sopa, con su malacate casero, las acercará al Riachuelo, como una suerte de reivindicación patriótica. Tarea ciclópea que lo mantiene vivo y le da sentido a su existencia en medio de tanta sordidez.

Y luego aparecen los otros personajes secundarios: el dueño del boliche en el que trabaja de patovica, ex compañero de trinchera; “Fideo”, otro “pecheto”; “Yanina”, la fruta prohibida; su madre, única mujer, según Yanina, a la que Sopa puede amar, el fantasma de su padre, que lo insta a no aflojar.

Casi como una bestia enjaulada, como un animal herido, Monje transita el espacio escénico frenéticamente, desesperadamente, aprovechando cada rincón, cada ángulo, rompiendo incluso la cuarta pared, para acercarse sin pudor a los espectadores, que van completando, visualizando y descifrando el relato a través de sus palabras.

¿Es verdad lo que Sopa cuenta? ¿O acaso todo esto sucede dentro de su cabeza? ¿Es una pesadilla de la que no puede despertar, o la descripción minuciosa de esas heridas de guerra que no cierran?

La dirección de Eduardo Lamoglia es una pieza clave. Dinámica, ágil, sorprende a cada paso y mantiene el interés y la atención. El director cuenta para ello con un actor generoso en su entrega, jugado, arriesgado, “mandado”, que logra una composición visceral y verosímil.

La ambientación y la musicalización contribuyen a crear los climas que propone la intrigante y cruda pieza de Alfredo Megna, obra que plantea un verdadero desafío actoral, desafío que Pepe Monje supera con holgura.

“Patova” sigue en escena todos los jueves en “El Tinglado”, sala ubicada en el porteñísimo barrio de Palermo, Mario Bravo 948, CABA.

Alfredo Megna
Daniel Dee Producciones La Nonna
Eduardo Lamoglia
Gloria Olivero
Mecha Uría
Nahuel Lamoglia
Pablo Silva
Pepe Monje
Sabrina López Hovhannessian
Sergio Vainikoff

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